Los niveles de micropartículas en el aire de Burgos, al filo del riesgo para la salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es tajante en su advertencia: «El 99% de la población mundial respira aire de mala calidad, con lo cual su salud se encuentra amenazada».

En reposo realizamos unas 20 respiraciones por minuto, los más pequeños pueden llegar hasta 60. Sin este acto mecánico no hay vida. Y en cada inhalación metemos en nuestro cuerpo oxígeno, dióxido de carbono (CO2), dióxido de nitrógeno (NO2), ozono (O3) o materias particuladas (PM). Lo que preocupa a los expertos es que estas últimas, las materias particuladas, minúsculas, son cada vez más abundantes, según advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En la provincia de Burgos hay repartidas estaciones de calidad del aire como marca la legislación vigente.

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La población puede consultar los datos registrados por estos analizadores instalados en esta Red de Control de la Calidad del Aire. Los datos de estas estaciones de calidad del aire arrojan que el máximo de PM2.5, pequeñas partículas, que registró Burgos fue en la estación Burgos4 y fue de 24,57 ug/m3, cuando el umbral límite legal es de 20 mg.

Los umbrales se han actualizado, pero quedan lejos de las recomendaciones de la OMS. El límite europeo establece que en 2030 las partículas PM2.5 no podrán sobrepasar el límite de 10 microgramos, cuando la OMS pauta cinco microgramos.

En este aspecto, la media anual de Burgos no es preocupante. La media anual de esta estación, la Burgos 4, arroja que la cantidad de estas partículas en el aire es de 4,61 microgramos, por debajo del umbral de la OMS. Solo trece estaciones de todo el país cumplen con el umbral de la OMS.

El 20% de las estaciones, casi tres millones de personas, superan los límites en cuanto a la presencia de PM10 en el aire. En la provincia de Burgos, las cuatro estaciones con datos superan el umbral de la OMS de 15 ug/m3 de PM10. Además, tres de ellas superan también el nuevo límite establecido por la Unión Europea, superior al de la OMS.

En cuanto al contaminante PM2.5, la única estacion que ofrece datos, la de Burgos 4, cumple tanto los límites de la OMS y los nuevos umbrales de la Unión Europea. Pero solo doce más en España los cumplen.

El NO2 procede principalmente del tráfico rodado.

Las dos estaciones de la capital burgalesa cumplen tanto con los umbrales de la OMS como los más permisivos de Europa. En cambio, Aranda y Miranda incumplen los niveles establecidos por la OMS, pero cumplen los de Europa.

Las tres estaciones de Burgos que arrojan datos de ozono cumplen con los niveles de Europa, pero solo una cumple los de la OMS.

El aire de las ciudades cada vez tiene más presencia de contaminantes dañinos para la salud, pero los expertos ponen el foco en las PM2.5, las más pequeñas, inferiores a 2,5 micras. Estas partículas minúsculas pueden llegar hasta las partes más profundas de los pulmones y, de ahí, al torrente sanguíneo.

La exposición a estas partículas tiene efectos importantes en la salud humana, según ha constatado la ciencia. Esta exposición causa o agrava enfermedades como el cáncer de pulmón, las cardiopatías, el asma, la diabetes e, incluso, puede provocar la muerte. Y el aire de las ciudades cada vez es más turbio.

A pesar de que no hay evidencias de un umbral seguro que podamos respirar de estas micropartículas, la OMS sí establece un límite que considera peligroso para la salud. Este límite ha ido variando a lo largo de los años debido a las revisiones que se van realizando.

Pero estos límites son solo una recomendación y cada país establece los suyos a cada elemento contaminante. Los umbrales de España los marca la legislación de la Unión Europea. La directiva tenía dos fases de implantación, la segunda fase con límites más restrictivos, pero no se llegó a aplicar esta segunda.

Casi 30 años después estos umbrales se han actualizado, pero quedan lejos de las recomendaciones de la OMS.

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