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El invierno ha vuelto a Burgos en un abrir y cerrar de ojos. Tras disfrutar de una meteorología casi primaveral en las últimas semanas, la entrada de un frente frío en la Península ha provocado un desplome de los termómetros acompañado de precipitaciones en ... forma de nieve.
Los avisos lanzados días atrás por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se han cumplido y la nieve ha regresado a la provincia esta pasada madrugada, y aunque de momento las precipitaciones están siendo débiles en general, ya están condicionado la circulación en una decena de carreteras de Burgos.
A estas horas, el temporal ha obligado a cerrar de nuevo el puerto de Lunada. A partir de ahí, la Dirección General de Tráfico (DGT) advierte de dificultades en la N-629, la N-623 y la N-627, en las que está prohibida la circulación de camiones y vehículos articulados en varios tramos.
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Sin restricciones, pero con dificultades para la circulación se encuentran también la N-1 en Rubena, la A-1 en Cogollos, la circunvalación de Burgos y los primeros kilómetros de la A-62.
Se trata, en todo caso, de afecciones relativamente leves, derivadas de precipitaciones que por el momento han sido débiles. Sin embargo, la alerta por nieve y bajas temperaturas activada por la Aemet se prolonga en varias zonas durante toda la jornada, por lo que es probable que el frente deje todavía nevadas de cierta intensidad en toda la provincia.
A la vista de dichas previsiones, la Delegación del Gobierno mantiene activada la fase de Alerta del Protocolo de coordinación de actuaciones ante situaciones meteorológicas en toda la provincia.
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