La Navidad llena las casas rurales de Burgos en un año con una ocupación media del 30%

Las casas rurales de Burgos ya se visten con sus mejores galas navideñas para recibir a los inquilinos que llegarán hasta la provincia para pasar estas fiestas. Una época «buena» para estos establecimientos que han visto cómo, año a año, se han hecho más populares para las reuniones en familia o grupos de amigos.

«Nochebuena y Navidad y Nochevieja y Año Nuevo siguen siendo fechas en las que funcionan muy bien los negocios de turismo rural de la provincia», reconoce Domingo Hernández, vicepresidente y portavoz de Turalbur.

Aunque para quienes estén pensando aún en la posibilidad de celebrar las Navidades en una de estas casas u hoteles rurales de Burgos puede ser tarde. «Habrá poquitas plazas, estamos superando el 90% de ocupación. Si se busca igual se puede encontrar algo, pero es complicado que cuadre el número de plazas, etc», celebra el portavoz.

Las fechas de esta festividad, con un fin de semana prácticamente pegado tanto a la Nochebuena como a la Nochevieja es «un arma de doble filo» para los propietarios de los alojamientos rurales, que no terminan de tener claro si esto les beneficia o no. «En principio parece que beneficia, porque hay estancias largas que pueden comenzar desde el fin de semana hasta el día de Navidad o Año Nuevo, que es mejor que si solo cae en fin de semana», indica. «El año pasado cayó muy bien porque cayó en lunes, lo que te permite tener reservas de tres noches. Siempre que no sea exageradamente largo nos puede beneficiar», asegura.

Sin embargo, no todo el mundo tiene la oportunidad de unir el fin de semana con los festivos, lo que hace que también sea numeroso el público burgalés que haya podido reservar dentro de la provincia. «Si una persona del grupo tiene que trabajar ese lunes puede permitirse el ir y volver mientras el resto permanecen en la casa rural», contempla Domingo.

Pero, a pesar de los buenos datos de la Navidad, los negocios de turismo rural de la provincia no pueden vivir todo el año de ella. «A falta de completar los datos, que todavía no tenemos todos los del año, podemos decir que ha sido un año similar a los últimos, las medias de ocupación no lleguen, probablemente, al 30%», lamenta el portavoz.

«No estamos como para tirar cohetes, dos tercios de los días nuestros establecimientos no tienen ocupación. Es una cifra muy parecida a la de los últimos años, pero no conseguimos aumentarlas», indica. A pesar de los esfuerzos, el turismo rural en Burgos no termina de atraer a cierta parte de la población, que elige otros destinos para descansar o hacer actividades al aire libre.

«No bajamos, pero tampoco subimos, por lo que no podemos darnos por satisfechos», insiste. «El primer trimestre suele ser muy malo. Después de los dispendios navideños la gente queda tocada, en estos periodos no suele haber tampoco ningún periodo festivo y es lo más crudo del invierno, porque, aunque los días son un poco más largos que ahora también suele hacer más frío». Tras estos primeros meses de escasas visitas llega la Semana Santa.

«A partir de la Semana Santa arranca la temporada. Depende de cómo caigan los puentes de fuera de la comunidad autónoma, porque festivos como el día de Castilla y León prácticamente no se nota. El puente de mayo, con el festivo de Madrid, a veces sí que se trabaja bien y luego ya el verano suele ser bueno, porque tenemos ocupación entre semana, que es algo que antes no tenemos. Hasta septiembre, que ya se empieza a ralentizar el tema de las reservas intersemanales y volvemos a la estacionalidad del fin de semana y los puentes», explica.

Además, Domingo explica que desde los alojamientos de turismo rural echan de menos «el turismo extranjero». «Los establecimientos que están cerca del Camino de Santiago, que tienen peregrinos, sí mejoran los porcentajes de turistas extranjeros, pero el resto de establecimientos tienen poquitos extranjeros», lamenta.

El perfil de las personas que decide elegir un establecimiento rural para sus vacaciones, puentes o festividades como la Navidad no ha cambiado con respecto a los últimos años: «Grupos de amigos y familias, sobre todo en Navidad son más familias, aunque en Nochevieja también hay algún grupo de amigos, y el resto del año es más o menos lo mismo. En cuanto a su procedencia, País Vasco y Madrid son las dos comunidades que más vienen a hacer turismo rural en Burgos».

Domingo Hernández lamenta que «es marginal» el número de turistas que proceden de otros puntos de la comunidad. «A veces hay más turismo interprovincial que de otras provincias de la comunidad autónoma. Hay grupos de amigos que si alguno trabaja cogen casas que están cerca de Burgos por si alguno necesita escaparse al trabajo. O gente que no quiere hacer muchos kilómetros para descansar un fin de semana y se quedan dentro de la provincia. Tenemos una provincia tan amplia y con tantos recursos turísticos y diferencia de paisajes que no es necesario desplazarse mucho», avisa.

En cuanto al incremento del precio de los suministros, desde Turalbur lo llevan «con resignación». «La luz subió bastante hace dos años, el gasóleo pegó un subidón importante con la guerra de Ucrania y luego bastante alto. Después bajo un poquito y ahí se ha estabilizado, pero sigue siendo precios caros. Parece que lo hemos normalizado y te acostumbras, pero sí que es cierto que el año pasado pues la mayoría de los establecimientos tuvimos que subimos los precios, aunque, en la mayoría de los casos, por debajo del IPC. Parte de esa subida en Suministros la hemos asumido los propietarios, la crisis está un poquito más comedida, pero aunque intentamos no repercutir toda la subida en la clientela tuvimos que subir para buscar una viabilidad a nuestros establecimientos», finaliza.

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