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La luz de Silos, la música entonada en el rezo más universal, el gregoriano, y las piedras de la Abadía están de luto. Ayer falleció Dom Clemente Serna, quizá el más famoso y mediático monje del siglo XX y parte del XXI. En los 26, ... entre 1988 y 2014, años en que fue abad de Santo Domingo, abrió el monasterio al mundo; puso el gregoriano en las listas de éxitos musicales y atrajo a numerosos artistas contemporáneos para exponer su obra en el monasterio.
Serna falleció ayer en el priorato de Montserrat en Madrid a los 76 años tras una fecunda vida dedicada a la contemplación y a la evangelización de la cultura. Apoyado por su comunidad, el final de siglo supuso para Dom Clemente Serna, el de la extensión de la obra benedictina por todo el planeta en lo que a algún cercano a él, como su coetáneo, vecino y sacerdote Jesús del Pozo, alguna vez le dijo: «Es también evangelización».
Hoy el rezo de las horas y el profundo sonido del canto se elevan desde la iglesia abacial al cielo donde el Dios padre y madre, acoge en su regazo a un hombre bueno que, desde la humildad, la sabiduría, la contemplación y el servicio llevó a los foros culturales mundiales más importantes el evangelio en forma de recogimiento y oración.
El valor de Serna se reconocerá seguramente con el tiempo. La altura intelectual de este burgalés de Montorio (27 de diciembre de 1946) quedó demostrada en los foros científicos más importantes de Europa. Antes de llegar a Silos fue maestro de novicios en San Pablo Extramuros de Roma; tras dejar la abadía de Burgos se trasladó, en su retiro, a Madrid.
Mención aparte merece el éxito que tuvo el canto gregoriano en las listas de éxitos de las emisoras comerciales de música pop. Fue en los últimos años de los 90 del siglo pasado cuando un Kirie o un Ave María, desbancó a Ella baila sola o Alejandro Sanz en el número uno de los Cuarenta Principales o de cualquier cadena nacional e internacional.
El mismo presidente de la Junta de Castilla y León ha expresado su pésame en twitter: Alfonso Fernández Mañueco, ha confirmado su muerte en redes sociales. «Castilla y León estará siempre en deuda con Don Clemente, que convirtió el Monasterio de Santo Domingo de Silos en un centro religioso, artístico y cultural de primera magnitud nacional e internacional. Mi más sentido pésame a sus familiares, amigos y a la Orden de San Benito».
Descanse en paz un hombre bueno.
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