Dos morales burgaleses optan a ser el candidato español a Árbol Europeo del Año

El moral de Villoviado

Tiene una altura de unos 10 metros, 6,1 metros de perímetros de tronco y una edad estimada entre los 500 y los 600 años.

La tradición cristiana cuenta que a San Vitores le cortaron la cabeza en Cerezo de Rio Tirón mientras predicaba. De cada gota de sangre que cayó al suelo nació un moral.Un señor, fiel devoto de San Vitores, y vecino de Villoviado, trajo uno de esos morales y lo plantó al lado de la iglesia. Y con el paso de los años se hizo así de grande. Al árbol se le atribuye un poder sanador porque los pequeños tallos de los nuevos brotes se colocaban en forma de collar en los niños para curarlos de las lombrices.

En agosto con sus frutos en todo su esplendor, y cuando había niños, se producían peleas para subirse al moral: los oriundos defendían su árbol. Cuenta la tradición oral que ninguno de ellos sufrió nunca una caída. Tal vez el moral de Villoviado sea un fiel protector de la infancia.

En la parte central del tronco tiene una oquedad en forma de corazón, así que además es un árbol de vida.

Ha aparecido en varias publicaciones de árboles singulares y forma parte de los 111 árboles singulares de la provincia de Burgos, lo que habla de su importancia.

Villoviado cuenta con unos 10 vecinos, quieren mantener la historia y tradición vinculada a este árbol y qué mor que dándolo a conocer en España y Europa. La despoblación es tan importante que en pocos años el pueblo quedará deshabitado y por lo tanto el cuidado del árbol desaparecerá y puede morir. Es obligación de todos intentar que esto no ocurra.

El moral de 'las tormentas' de La Sequera de Haza

Tiene unos cinco metros de altura, un diámetro del tronco de dos metros y una edad de unos 300 años.

Según datos adicionales recogidos por Cesar-Javier Palacios, en su libro «Árboles singulares de la provincia de Burgos», en el pasado la recolección de sus abundantes moras estaba regulada. El gran moral tenía clavado en su tronco con la inscricpión «Vedado de Moras». La tabla la ponía un herrero y el texto lo escribía el secretario del Ayuntamiento.

No es que no se pudiesen probar la moras, sino que lo que se trataba de lograr era un reparto igualitario. El 25 de julio se reunía a todos los chicos en la escuela; y a cada uno se le daba un bote o dos del suculento fruto. Se trataba de un importante aporte de vitamina en tiempos mucho más complejos que los actuales. Ahora hay moras de sobra para los pocos que se interesan por ellas, y los tordos dan cuenta del resto. Palacios denomina al moral como, «Moral de las Tormentas». Parece que tiene ese nombre porque con cierta frecuencia las tormentas de verano arramplaban con todo pero el moral resistía. No obstante, primeramente tiene el nombre de «Morera Cocodrilo», ya que su aspecto actual recuerda a un cocodrilo que se arrastra por el suelo.-

Es importante destacar que la «Morera Cocodrilo» se encuentra en terreno público, lo cual no es muy habitual en estos parajes, ya que los morales suelen ocupar fincas privadas.

«El motivo de la presentación al concurso no es otro que poner en valor el árbol y potenciar su divulgación y conservación con el objeto de que el mismo sea no solo el orgullo de los habitantes de La Sequera de Haza sino de toda la comarca de la Ribera del Duero Burgalesa y por extensión de toda España y de Europa. Consideramos que con la participación en el concurso, se puede conseguir que el árbol, nuestro árbol, la «Morera Cocodrilo» llegue a ser un recurso turístico medioambiental de primer orden para el municipio de La Sequera de Haza», señalan los promotores de la presentación del árbol al concurso.