Vuelta al cole entre basura en el CEIP Anduva de Miranda

A escasos dos días del inicio del curso escolar, el colegio Anduva de Miranda de Ebro se enfrenta a un arranque más incierto de lo habitual, consecuencia de un suceso que ha dejado el patio abarrotado de basura y desorden. No sería esta una situación aislada en tanto que, tal y como reconoce el presidente del AMPA del centro, «todos los años solemos tener algunos problemas de suciedad».

Sin embargo, a tenor de la estampa con la que ya se han topado los docentes que el pasado 1 de septiembre emprendieron los preparativos para un nuevo curso escolar, este año el problema ha rebasado cualquier supuesto imaginado. Botellas vacías, restos orgánicos y de productos de uso doméstico, centenares de pilas e incluso teléfonos móviles más propios de hace quince años..., componen la nueva ornamentación de un patio que, por el momento, guarda más similitudes con un basurero.

Es por eso por lo que las familias de este centro público ya han expresado su preocupación e indignación a las autoridades locales, responsables del servicio subcontratado de limpieza en los centros educativos, en aras de encontrar la mejor solución a este conflicto que ya parece encauzarse. «Esta mañana nos han dicho desde el Ayuntamiento que mañana mismo lo arreglan», celebraba el presidente.

Así las cosas, de momento solo resta confiar en la resolución de una situación que la comunidad educativa no achaca a los ebrovisivos, pese a producirse días después de la celebración del festival mirandés de música indie. De hecho, desde el AMPA especifican que «estamos seguros de que no es una consecuencia del festival» debido a que la situación es anterior al evento y, además, los residuos -que son más bien domésticos- están alejados de la zona colindante con la Fábrica de Tornillos, donde fueron trasladados algunos conciertos por las inclemencias meteorológicas.

En cualquier caso, el CEIP Anduva continúa esperando la llegada de su alumnado con más expectación de la habitual en un primer día de cole. Igualmente confían en que la normalidad regrese lo antes posible a un patio que, esperan, volverá a erigirse en espacio de recreación y socialización para los niños y niñas del centro.

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