El sonido más suburbano de la flauta travesera protagoniza la primera actuación del Mirajazz

Flautista y compositora de jazz y soul, fue la protagonista de la primera actuación del año organizada por la Asociación Mirajazz. Una propuesta que, siguiendo la tónica planteada para este curso musical, brindó la oportunidad de acceder al EME·EME·PROJECT, «un proyecto con bastante fama y muy alabado por la crítica», apuntaba Cenea.

No actuaría como solista la intérprete cuyas iniciales responden a los dos primeros fonemas de su proyecto. Lo haría acompañada de la sugerente voz de la joven cantante afro-hispana Virginia Alves, de la rítmica del baterista Rodrigo Ballesteros, la profundidad del bajista Jesús Caparrós y el virtuosismo del pianista David Sancho. Y además, lo haría en un ambiente de lo más especial.

Como es habitual, la Fábrica de Tornillos se engalanó para la ocasión. Y es que, conscientes del éxito de su formato, desde la Asociación Cultural Mirajazz rehabilitaron la atmósfera jazzística característica de los viernes de Mirajazz con la exposición de fotografías en las paredes, la incorporación de mesas con velas y una recepción con champagne previa al espectáculo.

A las 20:15 horas, la Fábrica de Tornillos abrió sus puertas para recibir al público asistente. Tres cuartos de hora después, Cenea presentó la actuación de la noche, aunque no sin antes realizar un pequeño inciso de la mano de Chechu González. Mirandés implicado en la vida histórica y social de la ciudad, aprovechó la ocasión para pedir, en nombre de la Asociación Renacimiento del Centro Histórico de Miranda de Ebro, colaboración ciudadana en aras de revitalizar la Parte Vieja de Miranda de Ebro que tanta historia y patrimonio monumental custodia.

Poco después, en torno a las 9:10 horas, la música inundó el espacio transformándolo en una auténtico garito de jazz marcado por las nuevas sonoridades del proyecto de Marta Mansilla, «muy lírico, pero con toques de modernidad absoluta», a oídos de Cenea. No en vano, la fusión de este quinteto, integrado por afamados músicos de proyección internacional, deriva en un original y atrevido proyecto que por medio PACEMAKER —el disco mediante el que se plasma buena parte de la propuesta— pone en valor la calidad y las variadas influencias musicales de la artista madrileña.

Sin duda, la ciudadanía de Miranda tuvo una buena oportunidad para disfrutar de un proyecto musical muy personal, ecléctico y de gran calidad. «Una preciosa mezcla de vivencias musicales donde Marta Mansilla mezcla músicas suburbanas como el hip hop, el 'rhythm and blues' o el soul con sonidos más jazzísticos», puntualizaba Cenea.