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Tarde atípica la acontecida este miércoles, 4 de octubre, en el barrio de La Charca de Miranda de Ebro. Un hombre de avanzada edad era rescatado de su lonja tras tres días en los que, según su propio testimonio, había permanecido inmóvil en el ... suelo, posiblemente, como consecuencia de una caída sucedida el pasado domingo.
Y es que, pese a mantenerse consciente en el momento del rescate, el varón se mostraba algo desorientado con respecto a la sucesión de los acontecimientos, pues tal y como relataba, podría haber perdido la consciencia en este espacio temporal. Por ende, no fue hasta este miércoles cuando algunos vecinos dieron la voz de alarma alertados por los gritos de auxilio, de procedencia desconocida, que se pudieron escuchar en el entorno del número 4 de la calle Rosales.
En torno a las 18:00 horas de este miércoles, dos patrullas de la Policía Local se personaban en la citada calle en respuesta a la llamada del 1-1-2 que informaba del incidente. Sin embargo, a su llegada nada pudo escucharse y, tras una primera inspección de los pisos colindantes al origen de la voz de alarma, los agentes no encontraron indicio alguno que hiciera sospechar de cualquier situación de auxilio.
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Igualmente, los agentes se trasladaron al portal vecino para, asistidos por una dotación de Bomberos, inspeccionar una vivienda de la que no se obtenía respuesta. Hubieron de entrar en el domicilio a través de una de sus ventanas, pero después de comprobar que la vivienda en aquel momento estaba inhabitada, los Locales optaron por realizar un último examen, esta vez, en el bajo de la vivienda: antigua asociación de vecinos de La Charca.
Al no recibir una respuesta a su llamada, los bomberos hubieron de recurrir a la escalera para comprobar a través una ventana rota de la lonja el interior del local. Fue entonces cuando dieron con el paradero del damnificado que, tal y como confirman fuentes policiales, «estaba consciente, pero no se podía mover». No presentaba «lesiones visibles», pero en cualquier caso el equipo sanitario debía intervenir para, ante la expectación de decenas de curiosos que se detenían a contemplar el amplio dispositivo desplegado, trasladar al varón en una camilla hasta la ambulancia que, posteriormente, le transportaría al Hospital Santiago Apóstol de Miranda.
Pasadas las 19:15 horas y habiendo retornado la normalidad a la calle Rosales, las dos patrullas de Policía Local se retiraban de la zona, liberando el tramo de la calle donde, hasta el momento, había permanecido cortado el tráfico rodado.
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