Protestas en la residencia de Miranda: «La residencia no se detiene, pero la Administración sí»

«De momento no hay ningún movimiento». Can esta rotunda afirmación se expresó la plantilla de la Residencia de Mayores de Miranda de Ebro durante la segunda concentración convocada por la falta de personal en el centro. La indignación persiste entre los trabajadores de la Residencia Mixta D. Francisco Hurtado y Dª María Mardones de Miranda de Ebro puesto que, una semana después de la primera protesta, no se ha hallado ninguna respuesta a sus demandas.

Así pues, este miércoles, 18 de diciembre, volvieron a congregarse a las puertas del centro para exigir soluciones a una situación que consideran «insostenible». Bajo el lema «personal insuficiente igual a calidad deficiente», los empleados reiteraron su malestar por el deterioro de las condiciones laborales y la calidad asistencial que se presta a los residentes.

Siete días después de la primera concentración, la plantilla critica el inmovilismo de las administraciones en tanto que, lejos de mejorar, la situación estaría empeorando. «Siguen apareciendo bajas de trabajadores, muchas por problemas osteomusculares, y parte de ellas están sin cubrir todavía», explica una de las portavoces. A ello se suma, según advierten, la llegada de las fiestas navideñas, un periodo que supone un aumento significativo de la carga de trabajo, especialmente en los servicios de cocina y lavandería.

«La residencia no se detiene, pero la Administración sí lo hace», critican. «Ellos se cogen sus días de vacaciones, mientras nosotros seguimos aquí, sin saber si nos llamarán en cualquier momento para cubrir turnos imprevistos», añaden después.

La plantilla siente preocupación por la calidad de los servicios ofrecidos. Y es que los recursos se habrían visto mermados de manera paralela al aumento de la carga de trabajo; todo ello, en detrimento de la calidad de un servicio que debería ser óptimo. A la postre, «estamos hablando de tornillos, estamos hablando de seres humanos», cuestionan.

En este contexto, los manifestantes insisten en que la situación no puede prolongarse mucho más. Han anunciado la preparación de un informe que será trasladado a partidos políticos, al Procurador del Común y a otros organismos competentes.

«Si en enero no hay respuestas, no descartamos organizar una manifestación más amplia, con el apoyo del tejido asociativo y político de la ciudad», adelantan. «Hemos llegado a un punto de no retorno. Tienen que dar una solución ya», sentencian.

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