Las obras del centro de protección animal de Miranda comenzarán este lunes

El plazo de ejecución de los trabajos será de quince meses y consistirán en la construcción de una nueva instalación. Se ubicará en una parcela de propiedad municipal situada en el Polígono de Las Californias en la calle Riberas del Ebro, que tiene una superficie de 10.248 m2, de los cuales se utilizarán para este centro 2.996,51 m2.

La solución adoptada es consecuencia de dar respuesta a las necesidades exigidas para el edificio de referencia, consistentes en la realización de un Centro de Protección Animal para sustituir al existente, que se encuentra en mal estado de conservación y está ubicado en la misma zona del polígono de las Californias. El nuevo centro será considerado de larga estancia y estará dotado de dependencias para realizar actividades de promoción y difusión de la protección animal con el objetivo de reducir el abandono de animales y, en caso de producirse, fomentar la adopción.

Se trataría de un complejo de referencia al que la población de Miranda de Ebro pueda acudir, tanto a compartir espacios con animales domésticos, en el caso de que en su domicilio no pueda tenerlo, así como recibir formación e información respecto de una adquisición responsable de mascotas y poder solucionar fácilmente conductas que, en ocasiones por falta de conocimiento, suelen provocar abandonos indeseados.

Existirá un aula donde se recibirá a colegios y otros colectivos para la realización de charlas y actividades de concienciación y conocimiento del mundo animal. El complejo se articula en torno a sus dos elementos principales: el albergue de animales y el centro de gestión. El resto de instalaciones son construcciones subordinadas a ellos y en conjunto son:

1- Centro de gestión administrativa, consulta clínica y aula.

2.- Nave de cheniles con espacio exterior.

3.- Espacio para gatos.

4.- Zonas de esparcimiento y ejercicio.

5.- Zonas de adiestramiento.

6.- Acceso y aparcamiento.

La distribución de los distintos espacios ha tenido en cuenta el funcionamiento de un centro de este tipo, separando las zonas para los visitantes de las utilizadas por el personal del centro en su tratamiento diario con los animales, buscando la independencia de ambas con el fin de garantizar el confort de los animales y evitarles estrés innecesario. Los pasos de puerta entre dependencias tendrán una anchura considerable y los suelos serán antideslizantes, evitando resbalamientos.

Se pretende, por un lado, que los visitantes tengan un acceso restringido a zonas específicas donde se puedan relacionar con los animales seleccionados por el personal y, por otro lado, se desarrollen las labores propias de recepción, mantenimiento y atención de los animales sin interferencias externas.

La zona de visitantes sería la parte más accesible y orientada al sur con el aula como punto de recepción de visitantes desde el aparcamiento y las zonas de adiestramiento exteriores para la interacción con los animales seleccionados.

Las dependencias para la gestión del centro se distribuyen con el mismo criterio de búsqueda de independencia y privacidad entre visitantes y animales, con el vestíbulo y la administración al sur y los espacios para recepción y cuidado de los animales al norte con acceso desde el exterior y conexión con la zona de carga y descarga y los alojamientos.

Se plantean dos zonas de alojamiento diferenciadas para perros y gatos, evitando el estrés por el contacto entre ambas especies. Todos los espacios estarán vallados de manera que se garantice la seguridad de los animales y su reclusión.