Mirandurgis rugió en su undécima edición

Desde la primera hora del sábado, la comunidad motera de Miranda hubo de contener su entusiasmo para recibir, sin incidentes reseñables, a las más de trescientas motos implicadas en una nueva edición de Mirandurgis. Si bien es cierto que la emoción fue haciéndose palpable a medida que los moteros ocupaban con su rock particular la céntrica calle de La Estación donde fueron objeto y objetivo de las cámaras de multitud de curiosos que se sorprendían ante la magnitud del encuentro.

«La verdad es que he salido a hacer unas compras y me he topado por casualidad con todas estas motos», confesaba Claudia, una de las viandantes detenida cámara en mano. Aprovechando la pasión de un conocido de la joven por las dos ruedas, Claudia no dudó en filmar la atractiva estampa ya que, a la postre, «llama bastante la atención porque no es lo típico que te encuentras un sábado en Miranda».

Y no se equivocaba, Mirandurgis es un evento acotado en el tiempo. Sucede una vez al año y, dado el éxito de la vigente edición, ya son muchos quienes fijan su mirada en la edición del 2024.

Congregados en Miranda desde distintos puntos del mapa, los amantes del motor bípedo pudieron disfrutar de una jornada especial que se desarrolló en un ambiente festivo y de camaradería. Multitud de moteros montados en modelos de todas las marcas y estilos desfilaron por las calles de Miranda para, asimismo, embarcarse en una ruta escénica por las carreteras del entorno que, como ya es habitual, finalizaba con una deliciosa comida en el Hotel Tudanca.

Un «día completo», a ojos del grupo Red Dragons que no ha dudado en alabar la iniciativa mirandesa: «un día completo con ruta, comida, sorteo de regalos, cena y concierto», expresaban en un post de redes sociales. Y no han sido los únicos.

Superada la resaca emocional, los cántabros Y.C.C.E. también han aprovechado este lunes para dar las gracias a GRAM-04 «por el trato familiar recibido y por la buena organización del evento». Del mismo modo, multitud de moteros a título personal celebraban una jornada en la que el clima, en un caluroso veranillo de San Miguel, acompañó para dar pie a un atípico inicio de octubre en en el que los termómetros han vuelto a batir récords.