Secciones
Servicios
Destacamos
Llegó un gélido mes de diciembre y, desde entonces, la rotonda de la M ya ha pasado catorce inviernos a la intemperie. Custodia y testigo de los avatares del centro neurálgico de Miranda de Ebro, poco a poco se consolidó como uno de los monumentos identificativos de la ciudad cuyo apellido fluvial quedó plasmado en su sinuosa forma.
Amantes y detractores al margen, la M de Miranda lograba su objetivo como «marca» de ciudad y se erigía en sede de grandes acontecimientos. Es así como los eventos deportivas históricos encontraron en la otrora «alubia» el enclave idóneo para festejar, como las cuadrillas sanjuaneras hallaron bajo sus arcos el escenario principal de sus fotografías anuales, y como, incluso, algún conductor despistado la llevó a convertirse en anecdótica protagonista en diversos incidentes.
Pero ser la estrella también conlleva un desgaste y lo cierto es que hace ya tiempo que el monumento no brilla como antaño. Es por eso por lo que hace un par de días comenzaron los trabajos de mantenimiento de «uno de los símbolos más emblemáticos» de la ciudad, tal y como explican desde el Consistorio local. Así pues, en poco menos de dos semanas la M recuperará el color perdido.
«Durante los últimos meses, se ha apreciado una decoloración de la figura de la M» y, conscientes de ello, desde la concejalía de Obras emprendieron los procedimientos oportunos para su restauración. La empresa mirandesa 'Doherco' será la encargada de llevar a cabo unos trabajos que han comenzado con un lijado superficial y que proseguirán con el repintado de la escultura. A la postre, se pretende recuperar la viveza de los colores que, de acuerdo con el monolito anexo a la rotonda, representan a la ciudad del Ebro en su escudo heráldico: «el azul de agua y cielo, el amarillo dorado del puente, torre y corona, y el rojo de la pedrería que adorna ésta».
No obstante, pese a que de momento las labores se están desarrollando con absoluta normalidad, desde el Ayuntamiento advierten de que esta intervención, que requerirá del uso de una grúa, «implicará que durante algunos días permanezca cortado al tráfico uno de los dos carriles de la rotonda». Y aprovechando este contexto, también se renovarán varias señales de tráfico de la zona dañadas por actos vandálicos, según puntualiza la concejalía.
«Llevábamos tiempo buscando una actuación que permitiera realzar esta escultura y, una vez acordadas unas fechas de ejecución con la empresa 'Doherco', se ha procedido a iniciar estos trabajos que, sin lugar a dudas, servirán para realzar uno de los símbolos más significativos de la ciudad tanto para nosotros, como mirandeses, como para nuestros visitantes», declara el edil de Obras, Adrián San Emeterio.
Así las cosas, con unas dimensiones aproximadas de 20 metros de largo, 4´3 de alto y 2´1 de ancho, en apenas dos semanas la monumental escultura recuperará su brío para, inamovible al paso del tiempo, continuar custodiando a Miranda mientras la vida, como el río de su apellido, sigue su curso. «Vita flumen», que diría Jorge Manrique.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La proteína clave para la pérdida de grasa
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.