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El Ayuntamiento habilita una gran pantalla para seguir la final del Mundial C.M.

Miranda obedece a Vilda y toca la estrella desde la calle

El Ayuntamiento ha habilitado una pantalla gigante desde la que multitud de mirandeses han seguido la final del Mundial femenino de fútbol

Celia Miguel

Burgos

Domingo, 20 de agosto 2023, 18:18

Parece una paradoja pero, por segundo agosto consecutivo, la ciudad de Miranda de Ebro se muestra muy atenta al Mundial Femenino de Fútbol. Si en 2022 todo el mundo seguía, con perplejidad, las gestas de las sub 20 cuya cancerbera, la mirandesa y próxima pregonera de las fiestas patronales de septiembre 2023, Adriana Nanclares ... , hasta su lesión, defendía la portería y que se proclamaban campeonas del mundo en Costa Rica, este año el punto de mira está puesto, como en el resto del país, en la selección absoluta.

El Ayuntamiento de la ciudad se ha sumado al apoyo que en la calle han pedido las integrantes de la selección en todos y cada uno de los rincones de España. Por ello, se ha instalado una pantalla gigante de seis metros de ancho por tres de largo en la Calle de la Estación frente al céntrico parque Antonio Machado para que la ciudadanía diera su muestra de apoyo a las heroínas del mes de agosto, las chicas de la selección en busca de su primera estrella en el partido frente a la vigente campeona europea, la selección de Inglaterra.

Una pantalla a Sídney

A pesar del sol, a pesar de ser agosto -mes de vacaciones por antonomasia- niños y mayores se han acercado a animar a las heroínas del mundial. Hace unas fechas, no figuraban en las apuestas, tras el conflicto surgido a partir de la Eurocopa de 2022 con 'la rebelión de las quince' ante su entrenador Jorge Vilda. Y, aunque quedan heridas por cerrar, aunque no han estado todas las que son, la Selección, en su tercer mundial disputado, ha pasado -al menos aparentemente- página. Algunas figuras se han reincorporado como la doble balón de oro Alexia Putellas que, a pesar de no estar en su mejor estado de forma tras la lesión de la Eurocopa, ha demostrado su calidad. También ha habido nuevas incorporaciones como la de la jovencísima Salma Paralluelo que ha impregnado de frescor, garra y gol al equipo español desatando pasiones hasta en los aficionados neozelandeses en la semifinal.

La gente, aficionada o no, ha animado en todas y cada una de las acciones. Nadie, ni en sus mejores sueños o pronósticos, imaginaba al conjunto español en la final. Pero ahí estaban. Y los aficionados han querido mostrarles su apoyo y admiración, a la par que disfrutar de un momento histórico, a través de las pantallas de televisión. Por ello, Ayuntamientos de todos los lugares de la geografía nacional han colocado pantallas gigantes: desde el WiZink Center de Madrid con sus 6000 localidades gratuitas hasta cualquier otro punto con pantalla en un céntrico lugar, como en Miranda.

Multitud de mirandeses han seguido la final C.M.
Imagen principal - Multitud de mirandeses han seguido la final

La roja llegó a las estrellas

Ataviados con camisetas rojas, algunas de las cuales mostraban la estrella conseguida por la selección masculina en 2010, otros con la camiseta del Mirandés, algunos con los colores de la bandera pintados en en el rostro o portando la bandera a la espalda, los más previsores incluso con las sillas de playa, niños y jóvenes sentados en el suelo de 'la peatonal'... todos han animado hasta la extenuación. La ocasión, bien lo merecía, las chicas podían hacer historia.

En el minuto 29, Olga Carmona con su gol hacía soñar e ilusionarse a los mirandeses congregados. En el descanso, hora de avituallamiento para reponer fuerzas y continuar animando; los más pequeños iban al carrillo a por chuches mientras que otros se hidrataban en alguno de los establecimientos hosteleros de la zona. Sin embargo, había quien no quería perder su situación privilegiada y aguantaba estoicamente en su silla o banco a pesar de los 30 grados que marcaba el termómetro.

La segunda parte ha sido una especie de montaña rusa para los aficionados: penalti a favor de España que no vio portería, más ataques de las inglesas, faltas, tarjetas, cambios y, sobre todo, muchos nervios. Y con más de catorce minutos de tiempo añadido, el sueño se hizo realidad y la selección femenina de fútbol se proclamaba campeona. Los mirandeses lo celebraban, a pesar de que eran menos que a primera hora de la mañana. Un calor de justicia se había apoderado de la calle de la Estación, las futbolistas habían tocado el cielo en el que imperaba el astro sol. Había merecido la pena.

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