El Ayuntamiento de Miranda de Ebro solicitará explicaciones a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) sobre el desfase entre las previsiones notificadas y los datos reales de crecida, tras la última avenida del Ebro, que ocasionó inundaciones en el municipio. Y es que la CHE ... se quedó «muy corta» en sus previsiones, pese a lo cual el protocolo de actuación «ha funcionado» y se ha gestionado la situación «de la mejor manera posible».
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En un primer momento, la Confederación alertó de una crecida de 500 metros cúbicos por segundo, aunque luego la amplió hasta los 900, con 6,10 metros de altura, recordaba días atrás la concejal Raquel Bajo. Aun así, se quedaban cortos en sus previsiones y, de hecho, a última hora del jueves tuvieron que revisarlas al alza, ampliando los márgenes hasta los 1.000 metros cúbicos por segundo y los 6,75 metros de altura.
Y aquí sí que acertaron, pues el Ebro alcanzó su máximo en la madrugada del viernes, con 935 metros cúbicos por segundo y 6,30 metros de altura. Por ello, el Ayuntamiento solicitará explicaciones a la Confederación, pues existe un importante desfase en las previsiones, aun teniendo en cuenta que el caudal del Ebro depende de condicionantes como la gestión de los alfuentes en Medina de Pomar y Villarcayo, o la gestión que la propia CHE hace de los embalses.
La Diputación de Burgos ha puesto en marcha, como ya lo hiciese en 2015, un plan de ayudas para los municipios afectados por los desbordamientos del Nela, el Trueba y el Ebro de la semana pasada. Se trata de un plan que arranca con la solicitud de información a los ayuntamientos para valorar, a continuación, qué tipo de ayudas se requieren.
Según han informado fuentes de la Institución Provincial, se demandará a los alcaldes una valoración detallada de los desperfectos sufridos y, a partir de ahí, y con la información de la Confederación, «se actuará en consecuencia como se hizo en 2015», prestando los apoyos que se requieran, incluida la reserva de una partida económica específica.
Aun así, la situación de este año ha sido mucho menos grave que la de 2015. Los mayores daños los ha sufrido Villarcayo, pero centrados en el propio municipio, y el alcalde Adrián Serna asegura que el Consorcio de Seguros cubrirá los desperfectos tanto en edificio municipales como en bienes privados, siempre que estén asegurados.
Ahora toca valorar qué daños se han producido en infraestructuras como carreteras o caminos municipales, que ahí sí podría ser necesaria la intervención de la Diputación. En Medina la situación es similar, pues la mayor parte de los problemas se registraron por vías inundadas o redes de abastecimiento saturadas, si bien todavía se están valorando los daños.
Orbaneja del Castillo
Por otra parte, en Orbaneja del Castillo ya han recuperado la normalidad, tras convertirse sus calles en ríos el pasado jueves. También se ha dado solución parcial al problema de la BU-643, que se cortó tras caerse parte del talud a la calzada.
El alcalde, Javier Perujo, explica que el tráfico está restablecido desde el viernes, pues se limpió la calzada y se habilitó un carril para la circulación, con paso alternativo de vehículos gestionado a través de un semáforo. La solución se mantendrá hasta que se asegure la zona.
Al mismo tiempo, el Consistorio defiende su actuación ante la crecida del Ebro, asegurando que el protocolo preventivo «ha funcionado». Frente a las críticas del Partido Popular, Bajo insiste en que se cuenta con un plan de emergencias y un protocolo diseñado a partir de la información obtenida en experiencias similiares, que marca cómo actuar en función de los niveles que va alcanzando el Ebro.
En esta ocasión, el protoloco «se ha cumplido perfectamente», afirmaba días atrás la concejal, y se ha avisado a los vecinos de manera correcta. La gestión informativa «ha estado marcada por la coordinación entre los servicios municipales», han insistido desde el Ayuntamiento de Miranda de Ebro, con implicación de Bomberos, Policía Local, Protección Civil, Obras y Servicios Sociales, a los que se ha sumado también Cruz Roja y Policía Nacional.
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Ahora, una vez superadas las inundaciones, toca valorar los daños ocasionados. De ahí que el Ayuntamiento recuerde a los ciudadanos que pueden dirigirse al departamento de Contratación y Patrimonio, en el Ayuntamiento, para informarse sobre cómo gestionar los seguros. Tienen que contactar con ellos para solicitar, en caso necesario, las indemnizaciones, para lo cual es «requistio indispensable tener los bienes asegurados», insisten.
La riada sufrida entre el jueves y el viernes ha sido menos grave que la vivida en 2015 y, aun así, numerosas calles de la ciudad se han visto anegadas, lo mismo que garajes, lonjas, locales y viviendas. Se tuvo que desalojar a vecinos de San Nicolás con Arenal y de Los Pinos, así como realojar a dos personas que carecían de alternativa.
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El agua afectó también a dotaciones públicas, como el IES Fray Pedro de Urbina, el colegio Aquende, la Escuela Oficial de Idiomas o el polideportivos, y otras privadas por el Club Recrea de Caja de Burgos.
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