Dos hombres siembran el pánico en la celebración de la Eurocopa en Miranda

Miranda de Ebro también se volcó con La Roja, aunque la celebración en la ciudad burgalesa tuvo algún altercado con un par de individuos que amenazaron a los que estaban celebrando con largos palos de madera.

El Ayuntamiento de Miranda instaló una pantalla gigante en el entorno del parque Antonio Machado. Allí, al filo de las 23 horas se desató la euforio cuando España se proclamó campeona de la Eurocopa 2024.

La fiesta estaba garantizada y contaba con todos los ingredientes: la cuarta Eurocopa, una cálida noche, alegría colectiva, pero pasada la medianoche, entre el bullicio de los cláxones y los cánticos de los aficionados, un varón paró su coche en mitad de la rotonda de la M. El conductor se abjó del coche con un largo palo de madera en actitud amenazante.

A los pocos segundos, su acompañante también se bajó del coche y rápidamente abrió el maletero para sacar otro gran palo de madera. Este echó a correr hacia los que allí celebraban. Los dos hombres, con actitud molesta, según confirma la Policía Nacional, amenazaron a los que celebraban.

El pánico se desató porque los allí presentes entendieron que lo que portaban estos dos hombres eran machetes o algún arma blanca, algo que desmiente la Policía Nacional. Eran palos de madera. Fuentes policiales también confirman que no se registró ninguna agresión.

La multitud se dispersó corriendo por las calles aledañas y los hombres que amenazaban se dieron a la fuga en su vehículo. Fuentes policiales añades que, finalmente, el coche fue detenido por la Policía Nacional.

La incertidumbre fue reemplazada por la euforia cuando los dos hombres que habían generado el pánico se retiraron del lugar.

Tras una actuación impecable a lo largo de un torneo en el que el equipo permaneció invicto, La Roja agregaba anoche la cuarta Eurocopa a su palmarés. Y lo hacía para la satisfacción también de los miles de mirandeses que, bien desde algún bar, bien desde el Machado o bien desde sus casas no se quisieron perder la disputada final. Si bien es cierto que el céntrico parque mirandés se erigió en el punto de encuentro preferido por los aficionados.

Cientos de personas se acercaron hasta el corazón de Miranda para disfrutar del partido. Echaron el parque abajo cuando Nico Williams abrió el marcador en favor de España, compartieron su preocupación ante el empate de Inglaterra y desataron su euforia con el gol de la victoria que firmó Oyarzabal.

De este modo, los cánticos, las bengalas y los ritmos de la hinchada bombista lograron eclipsar las interferencias que acapararon buena parte del protagonismo durante la retransmisión del partido en la gran pantalla del parque. «Entre que la imagen se cortaba todo el rato y que la pantalla estaba a muy poca altura para los que estábamos más al fondo, al final nos hemos movido a un bar para ver el partido», explicaba una de las seguidoras del encuentro cuando, no obstante, regresaba al Machado para disfrutar del ambiente posterior al partido.

Y ya con la copa entre las manos de Morata, la ciudad de Miranda procesionaba hacia su emblemática rotonda de la M para celebrar la victoria de la Selección. Fue en este punto donde ocurrió el altercado.

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