No cabe duda de que el ferrocarril consolidó a Miranda como un punto estratégico en el panorama nacional. Las vías férreas trajeron el progreso a la ciudad del Ebro, pero trascendiendo el ámbito pragmático, además sembraron un vínculo inquebrantable entre la ciudad y el tren. Es por eso por lo que, más de un siglo después de la llegada de la primera locomotora a la localidad burgalesa, este fin de semana concluía la primera Semana Gastronómica Ferroviaria.
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El evento, que arrancaba el pasado lunes 14 con las primeras visitas guiadas al Museo del Ferrocarril III Generaciones, alcanzaba su cúspide en la mañana del sábado, cuando una olla ferroviaria congregaba a decenas de personas en el entorno del parque Antonio Cabezón. Se materializaba, de este modo, el deseo de «poner en valor la rica historia ferroviaria de la ciudad» que anticipaba la organización durante el acto de presentación de la cita.
Amanecía un sábado soleado tras una ocupada noche en sociedad. No en vano, a las 21:00 horas del viernes se servía uno de los platos fuertes del evento: una cena temática en el Casino de Miranda en la que tres agrupaciones teatrales locales —Studio 46, Cuadro Artístico Mirándés y Fuerza y Honor de Santa Gadea— recrearon escenas coetáneas a la llegada del tren en 1862.
Sin perder la esencia del siglo decimonónico, los grupos teatrales escoltaron en la mañana del sábado a la Banda Municipal de Música en su labor de anunciar, a través de un pasacalles, el inicio de la jornada grande. La comitiva llegaba al parque Antonio Cabezón al filo de las 13:00 horas y, tras una recreación histórica de la llegada del primer tren a la ciudad que hubo de salvar los escollos tecnológicos propios del siglo XXI, pues no funcionaba la megafonía, la agrupación musical ofreció un pequeño concierto que contó con un repertorio propio de la época.
Finalizadas las actuaciones y llegada la hora de comer, el público seguidor y fortuito comenzó a aglomerarse en torno a las carpas desde donde comenzaron a repartirse las raciones de alubias de Arlanza. Por un precio simbólico de 3 euros, la 'Olla Ferroviaria' ponía el broche a una cita que este domingo daba sus últimos coletazos con la apertura del Club de Modelismo MLS.
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Concluye, así, «la siembra para años venideros» que pronosticaba la organización. A la postre, «el objetivo principal es que esta semana se convierta en un referente a nivel nacional».
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