Metecno despide sin acuerdo a un tercio de su plantilla en Miranda de Ebro

Hacía años que la incertidumbre acechaba a la plantilla de Metecno, «un grupo internacional, que opera en el mercado de los prefabricados» y que desde hace casi cuatro décadas produce desde el Polígono Industrial de Bayas, en Miranda de Ebro. Sin embargo, el inicio del nuevo curso escolar transformaba las dudas en certezas, pues las significativas pérdidas económicas concatenadas desde hace años han llevado a la dirección de la compañía a ejecutar una «reestructuración» que pasa por el despido de, aproximadamente, el 30 por ciento del personal.

En total, veintiocho personas, que se suman a la docena ya despedida en el ejercicio anterior, se quedan en la calle y, por el momento, sin indemnización. Así lo denuncian los trabajadores afectados por estas «medidas de ajuste» con las que, además, se les ha privado de su salario desde el mes de agosto. Y es que, por el momento, no se ha llegado a ningún acuerdo.

Ejecutados los despidos, la dirección de Metecno propuso una forma de pago, «de acuerdo con las posibilidades de caja», que los trabajadores despedidos consideran «inmoral». Entre otras opciones, se barajó la posibilidad de fraccionar el ingreso de unas indemnizaciones que, según los antiguos empleados, se aproximarían al millón y medio de euros, pero pronto se descartó esta vía.

Así las cosas, las negociaciones se quebraron sin que la compañía ingresara ni un euro del adeudado a sus antiguos empleados, salarios de los últimos meses inclusive. «Nos parece indecente que no nos paguen nuestro dinero, porque se podrá reestructurar la empresa, pero dentro de la legalidad», critican los afectados.

En este contexto, el actual director de la compañía, Carlos Pérez-Font, defiende la legitimidad de una actuación derivada, explica, «de una situación de tesorería extremadamente complicada». Reconoce que «esas dificultades nos han impedido realizar los pagos como nos hubiera gustado», pero confía en poder llegar a acuerdos con los trabajadores despedidos antes de recurrir a la vía judicial.

El optimismo no parece compartido por los antiguos asalariados de Metecno, a tenor de su indignación. Y es que, tras décadas de implicación con la empresa, muchos de ellos se ven en la calle en una comprometida situación que vinculan directamente a su última etapa de actividad en el mercado laboral. A este respecto, la plantilla afectada critica la frivolidad con la que, dicen, la dirección de la compañía habría abordado el asunto.

«Al principio nos decía que nos teníamos que bajar el salario, que no nos quedaba otra opción porque éramos muy mayores, y al final, con una sonrisa en la cara nos dijo que no íbamos a cobrar un duro», censuran algunas de las voces salientes de la empresa. A su juicio, no existe otra posibilidad distinta a los juzgados para resolver el asunto, pero Pérez-Font incide en la vía negociadora asegurando que, si se lograsen los pactos en el acto de conciliación aún pendiente, «no procedería llegar al tema judicial».

Sea como fuere, por el momento la plantilla expulsada se reivindica al tiempo que Metecno se adapta a unas «medidas de ajuste» con las que se espera que «la compañía pueda ser viable en el futuro». El descenso de ventas y actividad sustentarían esta decisión empresarial que también afectará a otras cuatro personas a las que se prevé despedir hacia final de año.

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