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Ya lo avanzaban los pronósticos: llovería, mas la lluvia no logró aguar la diversión de los más pequeños en el epicentro de su fiesta carnavalesca. Y es que este viernes, 9 de febrero, tenía lugar el 'Desfile Infantil de Carnaval' en el que centenares ... de niños y niñas de Miranda de Ebro exhibieron los disfraces confeccionados para la ocasión con recursos de lo más caseros, como ya es norma.
Desde primera hora, escolares enfundados en vistosas y originales bolsas de basura se paseaban por las calles de la ciudad, rumbo a los particulares desfiles que cada colegio había organizado con motivo de la efeméride; pero el colorido absoluto llegaba en una tarde gris en la que los escolares de los distintos centros se congregaron en torno al Pabellón del Ebro. Precisamente allí se ubicaba el punto de partida de una procesión en la que, de nuevo, se palpó la ilusión de sus participantes, pese a las nubes, pese al chaparrón.
Pasadas las 18:00 horas, la lluvia comenzaba a azotar con fuerza el asfalto mirandés. A lo lejos se vislumbraba una bóveda de paraguas bajo los cuales se resguardaban niños y adultos del agua, cada vez más copiosa. En cualquier caso, la ilusión y el espíritu festivo se mantenían intactos.
Niños disfrazados de animales, de personajes fantásticos como Harry Potter, de astronautas e incluso de medios de transporte entre los que sobresalían las voluminosas locomotoras de tren y los aviones acudieron a la cita vespertina propuesta por el Consistorio. Y llenaron de color las calles de la ciudad con aquellos disfraces que preservan la tradicional esencia de la manufactura. Bolsas de basura, material escolar, fieltro… cualquier elemento parecía óptimo para dejar volar la creatividad de los niños, las familias y los docentes, que tampoco defraudaron con sus propuestas.
Desde el pabellón del Ebro y acompañados de la música de las charangas New Gufis y Los Txipirones, así como de los ritmos de Batuskirla Batucada y Batuketa, desfilaron hasta el parque Antonio Machado donde les aguardaba una animación musical infantil que también dejó buen sabor de boca, pues conforme la procesión se acercaba a su destino, la lluvia amagaba con desaparecer.
Así las cosas, tanto niños como adultos lo dieron todo en una jornada que precedió la eclosión de la fiesta. Previsiblemente, tendrá lugar en la tarde de este sábado, 10 de febrero, con un desfile de disfraces extrapolable a toda la población mirandesa. Una cita prevista las 19:30 horas que previsiblemente implicará algunas restricciones al tráfico en un recorrido hacia la Plaza de España.
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