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Miranda de Ebro por fin conoció a Juan de Imaña. Tal y como había anticipado la Cofradía de San Juan del Monte, el último ermitaño del monte mirandés regresaría a la memoria local cuatro siglos después de su muerte para pregonar unas fiestas que, como agua de mayo, venían a poner la nota luminosa a un fin de semana de pronóstico lluvioso.
Y en efecto, llovió durante un pregón anunciador que igualmente logró congregar a varios centenares de sanjuaneros frente a la fachada del Ayuntamiento. Allí varias voces locales devolverían a la vida al ermitaño fallecido hacia el 1700, encarnando a un personaje que puso el foco en el origen y la historia de las fiestas.
Y es que, «en la dimensión de la eternidad» donde radicaría el espíritu de aquel ermitaño «no hay noción del tiempo ni del espacio». Así lo proclamaba el propio Imaña en voz de Enrique Villegas —o viceversa—, quien además de inaugurar el pregón, sería el artífice del mismo.
Citados a las 20:30 horas en la plaza de España de la ciudad del Ebro, centenares de mirandeses asistieron a la llamada de San Juan en una cita que, no obstante, comenzaba minutos antes en la sede de la Cofradía. Y pese a la lluvia, fueron muchas las personas que optaron por escoltar a la entidad sanjuanera a lo largo de una procesión con varias paradas obligadas: el monumento de los Sanjuaneros y el de los Leones custodios del puente Carlos III.
Habiendo colocado los pañuelos en sendas estatuas, la comitiva arribaba a una plaza de España menos poblada que en la edición pasada. El elemento agua complicaba una situación a la que, en cualquier caso, los sanjuaneros se sobreponían. Allí, además de Juan de Imaña, aguardaba la Banda Municipal de Música de Miranda, lista para interpretar la 'Verbena Sanjuanera' que daría inicio a las fiestas de San Juan del Monte tras el lanzamiento del petardo anunciador.
Unas fiestas que se anunciaban con una auténtica declaración de intenciones: «¡y si llueve, que llueva!», tal y como proclamaron las voces pregoneras en varias ocasiones. En efecto, Marilí Martínez, Maite Regaira, Roberto Amigorena y los sanjuaneros infantiles de 2023 Carmen Izquierdo y Marcos Suñén devolvían a la vida al que se cree que fue el último ermitaño de San Juan en un pregón histórico donde la lluvia no dio tregua.
Y finalmente, el cohete estallaba a la señal de las consignas clave, en esta ocasión, proclamadas por Imaña: «¡viva San Juan del Monte!» y tres veces «¡viva Miranda!». Que así sea, al menos durante los próximos días en los que, a buen seguro, nada ni nadie, ni siquiera los elementos, interferirán en el clamor festivo de la ciudad, oficialmente en fiestas. La música de charanga y el arcoíris que se dibujó en el cielo al final del acto vinieron a corroborar la evidencia: Miranda se llenará de color en estos días pese a los grises del cielo.
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