Ebroclub se consolida en Miranda con scooters, vinilos y música sixties

Tras una primera jornada impregnada de música vintage gracias, entre otros, a Galileo7 que, in extremis, se acercaron a Miranda en sustitución de The Mocks —ausentes por circunstancias sobrevenidas—, y The Excitements, que regresaron tras diez ediciones sin hacer alarde de su talento en el soul y el r&b en la ciudad del Ebro, el sábado amanecía con una concentración de scooters que congregó a decenas de nostálgicos en el Café Suizo.

El espectáculo estaba asegurado con la mera exhibición de los ciclomotores en las calles de la ciudad, aunque la diversión era propiedad de quienes decidieron desempolvar antiguas motocicletas para disfrutar de una ruta que concluiría a las 13:00 horas en el bar Vintage. Eso sí, tras disfrutar de un almuerzo en compañía, que sería suficiente para despertar el gusanillo cara a la 'Ruta de Pinchos' que los Amigos de Rafael Izquierdo organizaron, de manera gratuita, entre las 13:00 horas y las 15:30 horas aproximadamente.

De nuevo, el Café Suizo y el Vintage se sumaron a la iniciativa del pincho junto con el Acuario 2 y La Pepa que, sita en la Plaza de la Constitución, fue anfitriona de la actuación de Pablo Solo a partir de las 18:45 horas. El músico cántabro se estrenó en Ebroclub con una banda «de auténtico lujo», responsable del buen ambiente que imperó en la Plaza de la Constitución donde a lo largo de la tarde también pudieron escucharse grandes éxitos de Queen, entre otros.

A partir de las 21:00 horas, llegaba uno de los platos fuertes del festival. La Fábrica de Tornillos reabría sus puertas para, a las 21:40 horas recibir a Micky y los Colosos del Ritmo. Cabeza de cartel, echaron la Fábrica de Tornillos abajo con grandes éxitos como 'Enséñame a cantar', el tema que llevó Micky, el de Los Tonys, a Eurovisión en 1977. Cuarenta y seis años después de aquello y a unos mese de cumplir los 80, el también conocido como 'hombre de goma', continúa igual de dinámico que entonces. «¡Ese hombre no se está quieto!», exclamaba Toño, uno de los asistentes, emocionado tras una actuación que le dejó «muy buen sabor de boca».

A Micky le sucedería en el escenario Alexis Evans, «el niño prodigio del soul francés» que vino poner calma al dinamismo del 'hombre de goma'. Y finalmente, Pasapogas Hammond Quartet, ofrecerían el último concierto en vivo del Ebroclub: un festival que en su undécima edición afianza su impacto en la ciudad de Miranda, trascendiendo incluso el plano musical.