El día que Marina Casas Ubierna repartió una suerte millonaria en Miranda

Se trata de una persona que, aunque no es jugadora de diario sí que frecuenta con cierta asiduidad este quiosco. Y así, compró el boleto, lo rascó in situ y pidió a Marina, con cierta reticencia, que lo comprobase porque, según afirmaba el cliente «parece que no va a haber suerte». De este modo, la vendedora pasó por la máquina de comprobación el boleto y salió la primera pista: «Este boleto ha de cobrarse en un centro autorizado». Según ha comentado Marina, lo que el mensaje de la máquina indica es que el premio es superior a 500 euros, máxima cantidad que puede un vendedor pagar en su expendeduría.

Y así comenzó la investigación y, de repente, «nos dimos cuenta de que era el premio de un millón y nos pusimos nerviosos; a mí me temblaban las manos y al cliente le temblaba todo el cuerpo e incluso se emocionó». Todo ello, lo hicieron con el sigilo que les permitía la situación ya que no querían que transcendiera más allá del propio quiosco para preservar el anonimato del, ahora, cliente.

Marina Casas lleva poco tiempo al frente de este quiosco. «Comencé en 2018 así que solo llevo cinco añitos y tampoco he dado muchos premios, el máximo, hasta el momento, había sido de 1.000 euros», reconocía.

Sonriente, muy contenta y asimilando todavía la noticia ha comentado que «a pesar de que está este quiosco en una zona tranquila, se ha notado la afluencia de mayor clientela llamados por el premio». Curiosos, viandantes, clientes comentan la noticia que ha impactado en la ciudad de Miranda de Ebro y se paran a observar el cartel que reza así: 'Premio de 1 millón de euros. Vendido aquí'.