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La Guardia Civil ha intervenido en Miranda uno de los mayores arsenales de armas y explosivos localizados en los últimos años en España en una operación que se ha saldado con la detención de un varón de 43 años de edad. Además, la intervención ... ha permitido desmantelar el taller clandestino de fabricación de armas y explosivos que el detenido mantenía en su propio domicilio familiar.
El sujeto, al que se le imputan sendos delitos de Tráfico de Armas (por su adquisición, no por su venta), Depósito de Armas de Guerra, Depósito de Armas, Depósito de Municiones y Depósito de Explosivos, ya ha ingresado en prisión preventiva a instancias del Juzgado de Instrucción Nº1 de Miranda, que ha llevado el caso.
Según han explicado hoy los responsables de la Comandancia de la Guardia Civil en Burgos, la operación es fruto de una investigación que se venía prolongando desde hacía varios meses. Aunque no se ha querido detallar cómo surgió la información, lo cierto es que los agentes tuvieron conocimiento de las posibles actividades delictivas del sospechoso, un mirandés que vivía con sus padres en un domicilio de la calle Condado de Treviño. El sujeto, que trabajaba en una empresa del sector metalúrgico, presentaba un perfil «solitario» e «introspectivo».
Tras varios meses de seguimiento, el Grupo de Información de ña Guardia Civil conseguía descartar cualquier vínculo con grupos terroristas, extremistas o delictivos. Una vez descartada esa hipótesis, los agentes decidieron actuar y el pasado jueves, sendas patrullas de la Benemérita se personaron en el lugar de trabajo del sujeto y procedieron a su detención.
De ahí, se trasladaron al domicilio y a un garaje comunitario, donde se practicaron sendos registros y se comprobó que, efectivamente, el detenido guardaba un arsenal de explosivos y armas, algunas de ellas de guerra, como un fusil de asalto y un subfusil.
Según ha explicado el capitán Castellanos, de la Jefatura del Grupo de Información, algunas de esas armas fueron adquiridas en Eslovaquia, en la misma tienda de la que procedieron las armas de los atentados de París. Dichas armas se compraron inutilizadas y llegaron a España en ese estado. Sin embargo, el propio detenido las puso otra vez en funcionamiento.
Y es que, a pesar de no tener ningún tipo de licencia para tener armas, lo cierto es que era todo un experto en la materia. De hecho, amén de todas las armas y explosivos ya montados, durante los registros se han intervenido hasta 30 kilogramos de sustancias preparadas para la fabricación de más explosivos. A mayores, también se ha comprobado que el detenido había comenzado a sintetizar sus propias sustnacias.
En total, en los registros se han localizado 17 artefactos explosivos de fabricación casera (5 del tipo granada de mano, 6 bombas de tubo y 4 bombas de hierro fundido, 1 de bola esférica y 1 termita), así como 26 armas de fuego (fusil de asalto, 1 subfusil, 2 escopetas, 3 rifles, 1 carabina, 2 armas largas de fabricación artesanal, 8 revólveres y 8 pistolas).
También se han intervenido una ballesta de poleas, un bastón estoque, un tirachinas perfeccionado y 2 pistolas de descargas eléctricas, armas prohibidas todas ellas.
Todo ello acompañado de 2.846 cartuchos de diferentes calibres, más de 4.000 vainas preparadas para crear munición, seis detonadores eléctricos, numerosas mechas para explosivos, un silenciador, un chaleco antibalas, 35 artefactos pirotécnicos clase III, 4 botes de humo y numeroso material de laboratorio destinado a la fabricación de explosivos.
Esa ingente cantidad de armas supone uno de los mayores arsenales incautados en España, y más teniendo en cuenta que era un particular sin vínculos con grupos armados, tal y como ha «acreditado» la propia Guardia Civil. Eso no significa, no obstante, que el hombre no fuera peligroso. Ni mucho menos.
De hecho, a pesar de no poder elaborar todavía un perfil concreto, la Guardia Civil lo califica inicialmente de «inquietante para la seguridad ciudadana». No en vano, más allá del posible uso futuro o de una hipotética salida al mercado negro, el detenido guardaba en el propio domicilio familiar y a la vista y conocimiento de sus propios padres un arsenal con una capacidad destructiva muy significativa. Algunos de los explosivos hallados, de hecho, estaban cargados con metralla, con el peligro que ello entraña al estar en una vivienda situada en un bloque.
A este respecto, la Benemérita no ha podido acreditar que las armas localizadas fueran puestas en funcionamiento, si bien, se considera que «en algún momento puntual» pudo probarlas en algún paraje natural
La operación ha sido desarrollada por agentes pertenecientes a la Jefatura de Información de la Guardia Civil con apoyo del Grupo de Información y del Grupo de Desactivación de Explosivos (GEDEX) de la Comandancia de Burgos, así como del Servicio Cinológico (perro detector de explosivos).
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