Descartan el agua como causa del brote de gastroenteritis en Miranda

Según la información recogida por El Correo, desde Sanidad han propuesto una serie de medidas preventivas, la más importante el lavado de manos frecuente con agua y jabón. «Frotando al menos 20 segundos», sobre todo tras utilizar el water y antes de preparar la comida ya que son lugares en los que se puede contagiar con más facilidad.

Esto es así porque el virus puede sobrevivir fuera del organismo humano durante varios días por lo que hay que prestar «especial atención a las superficies que tengan más contacto con las manos, como lavabos, grifos puertas o teléfonos».

Según los datos del Ayuntamiento, el brote ha ido remitiendo a lo largo de la jornada. Este viernes han acudido a Urgencias del hospital menos de una decena de personas, cuando el jueves lo hicieron más de 70 pacientes, cifra a la que hay que sumar los que fueron atendidos en los centros de salud. Un pico del todo inusual de enfermos con la misma sintomatología que alarmó a la población.

No obstante, para descartar por completo cualquier duda sobre el agua de la ciudad, el Ayuntamiento ha seguido realizando análisis sin detectar ninguna anomalía que relacione su consumo con los síntomas de las personas que han enfermado. Los resultados recibidos concluyen que no hay presencia de los agentes patógenos más comunes. Los resultados de los análisis se encuentran dentro de los valores establecidos como normales a la hora de medir la potabilidad.

Sin embargo, la aparente desconexión entre los casos registrados desconcertaba a las autoridades sanitarias de Miranda cuando se produjo el pico de incidencia más alto, por lo que apuntaron al agua como posible desencadenante.

Aún así, este jueves el Ayuntamiento llamaba a la calma: «Los datos de los que disponemos no nos hacen sospechar del agua y, hasta el momento, no hay ninguna directriz por parte de autoridades sanitarias consultadas que nos pidan tomar medidas extraordinarias», reconocía el concejal de Urbanismo y Servicios, Guillermo Ubieto, sin plantear un descarte definitivo aunque, a tenor de los resultados de las pruebas conocidos hoy, el agua del grifo no parece ser la causa de la gastroenteritis.