Brilló como el sol la Feria del 1 de Mayo en Miranda

Aprovechando el día festivo, nadie quiso perderse un evento que congregó a centenares de personas en torno a una feria ganadera en la que la zona del mercadillo cada vez gana más presencia, aunque sin desmerecer el espectáculo caballar que, tal vez, sea el mayor atractivo de la cita.

«Hemos venido porque la niña quería ver los caballos, aunque no esperábamos a tanta gente», explicaba Gema, una de las visitantes, para acto seguido puntualizar que «nos está gustando mucho».

Respaldada por la Asociación de Amigos del Caballo de Miranda y por el propio Ayuntamiento de la ciudad, la Feria ofreció gran variedad de actividades vinculadas al mundo ecuestre.

Una aportación municipal de 9.500 euros permitió la contratación de una llamativa exhibición de doma Western protagonizada por un jinete europeo de renombre, así como de un par de demostraciones de doma vaquera española y una innovadora exhibición de doma en libertad, que a pesar de su complejidad, sigue ganando popularidad.

Además de las exhibiciones de alto nivel, también hubo actividades para otros públicos, tales como el concurso juvenil de saltos, y las demostraciones de forja y herraje para los interesados en la artesanía del herrero. La programación se completó con otras exhibiciones, como la alta escuela, la doma clásica, el carrusel ecuestre y los paseos gratuitos en calesa.

Así las cosas, aunque la feria podría estar perdiendo fuerza en lo que respecta a la compraventa de animales debido a las «trabas burocráticas» que, de acuerdo con Javier Fernández, representante de la asociación caballar, enfrentan los pequeños ganaderos, el evento sigue siendo muy atractivo intramuros y extramuros.

De hecho, el público procedente de otras zonas limítrofes como La Rioja y el País Vasco no quiso perderse una Feria que congregó casi treinta cabezas de ganado, para la satisfacción de los convocantes.

Y es que la apuesta del Consistorio, por el momento, es clara: preservar la tradición. No en vano, la pérdida sería significativa para una ciudad que hace 769 recibió con ilusión la concesión de esta Feria por parte del rey Alfonso X, el Sabio.