Secciones
Servicios
Destacamos
Un año después de su entierro, el bombo sanjuanero volvió a emerger de las aguas del río Ebro. El instrumento no abandonaba del todo el elemento agua, pues la lluvia se convertía en otra de las grandes protagonistas de la tarde de este sábado, 18 ... de mayo.
En este contexto, la ciudadanía más sanjuanera lograba sobreponerse a las inclemencias meteorológicas y paulatinamente inundaba de color —no solo en el sentido literal— una plaza de España que esperaba con ansias el momento de El Bombazo. En calidad de Sanjuaneros Mayores, tanto Esther Rodríguez, integrante de la cuadrilla La Tajada, como Rodrigo Fernández, del Komando Patxarana, serían los encargados de brindar un bombazo donde la euforia se mezclaría con el agua de lluvia.
«He tenido unos nervios que no había tenido nunca jamás», confesaba Rodríguez. Y es que, según comentaba, «era una sensación en el estómago increíble». Fernández concordaba con la Sanjuanera Mayor. Prueba de ello es que no se deshacía de la maza del bombo con la que, durante más de quince minutos, han movilizado a todos los sanjuaneros de la plaza de España.
Antes del momento esperado, la Orden del Bombo, fiel a la tradición, debía rescatar el bombo sumergido en el Ebro. Centenares de mirandeses aguardaban aquende el río para celebrar, con entusiasmo, su salida de las aguas y entonar el ya mítico canto de «¡Ese bombo!». Acompañado ya por San Juan del Monte, el bombo se dirigía a la balconada de la Casa Consistorial junto a una comitiva integrada por la Orden del Bombo y la Orden del Santo, así como por los bombistas mayores de las cuadrillas y la junta directiva de la Cofradía.
Allí, tanto Esther Rodríguez como Rodrigo Fernández darían el Bombazo y harían estallar la algarabía de ruido y color en la Plaza de España, en torno a las 18:15 horas. Tanto Esther como Rodrigo han disfrutado al máximo. «Parecía que estábamos en una nube», confesaban.
Y aunque anualmente el evento se repite en la plaza de España, la población local y foránea también ha disfrutado del acto como si este fuera el bombazo de sus vidas. De hecho, bien pasadas las 19:00 horas, centenares de personas se resistían a moverse de la plaza de España donde la música y el buen ambiente han acaparado todo el protagonismo.
La tradición de la resurrección del bombo, el acto principal y más simbólico de las fiestas sanjuaneras, se remonta a 1977. Pero la fiesta, no exenta de símbolos católicos ha continuado en la Iglesia de Santa María, donde tiene lugar la tradicional Salve Popular y la imposición del pañuelo a la patrona de la ciudad, la Virgen de Altamira. A partir de ahí, los mirandeses han proseguido la fiesta por las calles de la ciudad junto a sus respectivas cuadrillas.
Espectacular, como es habitual, ha sido el inicio de estas fiestas que finalizarán el martes, 21 de mayo, día de San Juanín, y cuyo día principal es el lunes de Pentecostés en el que la mayor parte de la gente de Miranda de Ebro acude al monte de San Juan en romería a celebrar su fiesta más popular. Todavía a pidiendo a su santo verdadero que obre un milagro como el del Bombazo para que la lluvia no acapare todo el protagonismo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
25 artistas para descubrir y disfrutar en 2025
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.