No habrá más accidentes en el parque Miguel Delibes de Miranda de Ebro, al menos, relacionados con el columpio adaptado a sillas de ruedas que hacia noviembre de 2018 se instaló en una «nueva zona de juegos infantiles». Tras casi seis años de servicio y múltiples accidentes acumulados, el Consistorio local ha optado por «retirarlo de este espacio» este mismo miércoles, 21 de agosto.
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Una solución a un problema que, si bien desde la concejalía de Servicios liderada por Guillermo Ubieto califican de «difícil» —a la postre «es un columpio adaptado para niños y niñas que no pueden utilizar los columpios convencionales»—, responde a las demandas de algunas de las familias afectadas por los accidentes allí acontecidos. Y es que, después de que el pasado noviembre un auto judicial «eximiera de cualquier tipo de responsabilidad» a las familias de dos de los menores accidentados en el primer semestre de 2019, su lucha se centró en reivindicar la retirada de lo que, a su juicio, constituía «un arma en un área infantil». Los repetidos accidentes acaecidos en el lugar así podrían evidenciarlo.
Lejos de fomentar la exclusión de los niños con discapacidad, estas familias reivindicaban la habilitación de un «parque inclusivo» donde niños y niñas con capacidades diversas pudieran convivir en el juego. Ya entonces Ubieto avanzaba la posible «creación de parques integradores en los que los columpios e infraestructuras estén adaptados para su uso, tanto por personas con necesidades especiales como por quienes no las tienen».
Pese a que por el momento se desconoce el alcance de la propuesta, desde la concejalía de Servicios ya se valora «la colocación de otro elemento de juego en dicho parque así como alternativas para instalar el columpio en otro lugar más adecuado o en otras instalaciones accesibles a personas con movilidad reducida», tal y como explicaban a través de un comunicado.
En cualquier caso, será imprescindible atender a las normas de uso que desde hace un tiempo —no desde el principio— lucen junto a la zona de juegos, pues desde el Consistorio también incidían en que, «pese al cumplimiento de la normativa y de contar con los certificados de seguridad correspondientes», el columpio ha tenido que ser retirado, principalmente, por «el mal uso» que se ha hecho del mismo.
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