Rodrigo Araiko plantea un diálogo de sombras en su exposición C.M.

El mirandés Rodrigo Araiko democratiza el acceso al arte contemporáneo en 'Sapiens'

El artista multidisciplinar ha escogido los escaparates del restaurante La Vasca para exponer 'Sapiens', una obra que parte de la escultura para representar la esencia de las relaciones humanas

Celia Miguel

Burgos

Martes, 23 de abril 2024, 10:45

«Dios es el sol», luminoso epitafio que resume a la perfección la carrera de William Turner, el romántico pintor inglés al que, dedicado al estudio de la luz, ahora alude el artista mirandés Rodrigo Araiko para presentar su último trabajo: 'Sapiens'. Y como ... un hilo invisible que conecta a través del espacio-tiempo la experiencia humana, Araiko focaliza en «el hombre sabio» un proyecto que desde este sábado, 20 de abril, ilumina el escaparate del restaurante La Vasca.

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Luce en el sentido metafórico y literal del concepto, pues la iluminación se erige en «una idea base y clave en el proceso de creación de la obra». Un proyecto multidisciplinar que recurre a «una palabra etérea» —Sapiens— para designar lo que, según su propio autor, se materializa como el «estudio de las conexiones entre personas».

El origen de 'Sapiens'

El origen de 'Sapiens' radica, paradójicamente, en un tiempo en que los individuos fueron privados de su socialización convencional. En 2020 el aristotélico zoon politikón se confinaba en casa al tiempo que el artista mirandés analizaba la evolución de unas relaciones humanas cada vez más bidimensionales.

Las pantallas propiciaban el canal perfecto para la conversación y, en la infinidad de puntos de luz que conformaban las imágenes de los allegados, Araiko fijó su talento. Y es que el concepto de la conexión no sería solo humano, sino también digital. Es por eso por lo que la idea del pixel queda patente en un trabajo que emerge de la escultura.

Influido por escultores como Richard Serra o Eduardo Chillida, el mirandés siguió su «intuición» para, recurriendo a las aristas propias de un pixel tridimensional, construir un diálogo materializado a través de las sombras. Tal y como anticipaba, la iluminación sería «clave» en todo el proceso, razón por la cual tres puntos de luz de distintos colores iluminarían la escultura principal proyectando sombras antropomorfas sobre un fondo blanco que adquiriría, así, nuevas tonalidades.

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«Cada haz de luz es una opinión y cada sombra una conclusión; cuando coinciden, nacen nuevos colores que representan el ideal de una conversación», explicaba Araiko incidiendo, además, en el «enriquecimiento personal» que implica concluir a partir de perspectivas diversas.

La obra 'Sapiens' está expuesta en el restaurante La Vasca B.C.

La instalación artística puede verse ahora en uno de los tres escaparates de los que dispone La Vasca en su planta baja, pero no es accesible a todos los viandantes, sino a quienes, en una era digital y acelerada, disponen de tiempo para el detenimiento y muestran «interés» por la mera contemplación. No en vano, Araiko ha anulado parte del cristal, de tal forma que la obra solo es visible a través de dos ranuras que, cual cámara oscura, brindan el acceso al arte en todo su esplendor.

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En los otros dos escaparates, el artista ha expuesto sendas esculturas respaldadas por los cuadros que, precisamente, representan las sombras. Cada obra exhibe un lenguaje y cada representación recurre a un material —resina epoxi, aluminio, madera...— garante de la transmisión de un mensaje que sitúa al ser humano en el centro del debate.

'Sapiens' será una realidad en otros soportes

Sin fijar una fecha de caducidad, 'Sapiens' ya constituye una realidad del paisaje urbano mirandés. Ubicada en la calle Real que conecta las dos Mirandas, la de Aquende y la de Allende, la exposición de Araiko inaugura una saga artística cuya precuela ya era visible desde hace algún tiempo en el Café Saint Germain de Miranda de Ebro.

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Proyecto artístico del Café Saint Germain B.C.

Con la intención de «dar vida a los espacios vacíos», Araiko propone democratizar un arte a veces más selecto por parecer exclusivo de las galerías. «Mi intención es llevar este tipo de arte contemporáneo a la calle», puntualizaba el artista, otrora focalizado en el grafiti.

Así pues, aunque reconoce que no es el arte urbano el que inspira este proyecto, Araiko también recurrirá al spray y al mural para ampliar una exposición para la que se pronostica una larga vida. Amparado por el astro solar, Araiko continuará con un proyecto a todas luces muy prolífico.

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