Yolanda Martínez, apicultora y vicepresidenta de ASAPIBUR

«Cada metro cuadrado que pierden las abejas, un año menos de alimento para la humanidad»

Hasta tal punto es crítica, que la población de las colmenas está disminuyendo más de un 25 % cada año en las granjas apícolas de la provincia de Burgos. Por consiguiente, «cada año es peor, cada vez cuesta más mantener con vida a una colmena», lamenta.

Sin abejas no habría muchas verduras ni ganado. Sin ganado no habría plantas que sujetara la tierra, así que habría erosión. Además, las abejas también son indispensables en la elaboración de lino y algodón, por lo que su desaparición también afectaría a la fabricación de ropa.

Al final, la polinización es clave en el proceso de producción de todos estos productos. Y el 80 % de la polinización se produce gracias a las abejas. Sin embargo, «el cambio climático está afectando muchísimo a las abejas». Tanto la especie como la producción de miel están en jaque por la sequía y las olas de calor.

La sequía da lugar a una floración insuficiente para todas las abejas. No solo carecen de alimento, sino que supone la pérdida de su hábitat. Como consecuencia, la mortandad de las abejas es «severa» en toda España. La apicultora señaló el 2022 como 'annus horribilis' de los apicultores, pero todo señala a que los resultados de 2023 serán peores.

Las previsiones apuntan a que habrá «una sequía tremenda por todo el país» que obligará a la especie a desplazarse al norte. «Va a haber una carga excesiva de colmenas en las Merindades», en el caso de la provincia burgalesa.

Otro factor que está contribuyendo a la destrucción de su hábitat es la formación de pastizales y cultivos en gran parte de los terrenos porque acrecenta la pérdida de floración. A esto se suma la varroa, un ácaro que arrasa con las colmenas, que ha pasado de tratarse anualmente a hacerlo de forma cuatrimestral en Burgos.

Un pequeño gesto que ayudaría a las abejas es incluir plantas aromáticas en los jardines de los individuos como lavanda, romero y tomillo. «Cualquier planta que sea melífera ayuda mucho», agradece Martínez. Al final, la amenaza que supone la extinción de las abejas afecta a todos.