Tres años sin agua potable y reclamando el suministro sin éxito al Ayuntamiento de Valle de Mena

Tellería compró el terreno en esta urbanización privada. Como ella misma explica, una sentencia de 2019 estimaba que la urbanización pasaba a ser propiedad del Ayuntamiento, pero durante seis años se tenía que constituir una entidad urbanística y luego pasaría definitivamente al Ayuntamiento.

Las entidades urbanísticas son entidades de derecho público formadas por los propietarios de la urbanización, con personalidad y capacidad jurídica propia. No es una comunidad de vecinos. Las entidades urbanísticas se constituyen con una finalidad, la conservación y mantenimiento de las obras de urbanización, dotaciones e instalaciones de los servicios públicos.

«Antes de comprar el terreno para edificar fui al Ayuntamiento y me aseguraron que estaba todo en orden. Pagué mis licencias, me dieron permiso de habitabilidad y me hice la casa. Pero desde que compré ese terreno estamos solicitando el abastecimiento de agua potable para tres viviendas», explica. La urbanización está compuesta por más casas, pero este problema con la ausencia de agua potable solo afecta a tres.

Según explica Tellería, el agua que llega a su casa procede de unos pozos cercanos. Pero esta agua no es potable. Así lo acreditan los análisis de aguas realizados en junio de 2021 a estos pozos que abastecen estas tres viviendas. «Los parámetros analizados superan los límites establecidos por la legislación vigente para aguas potables de consumo público», así se lee en el informe.

La situación se alargaba en el tiempo. Esta propietaria asegura que desde que compró el terreno en 2019 lleva con esta reclamación al Ayuntamiento de Valle de Mena. Por ello, optó por contactar con el Procurador del Común. Ante la ausencia de soluciones ha tenido que acudir a esta entidad en dos ocasiones y en ambas las resoluciones son favorables a esta propietaria.

En 2021 fue la primera resolución y en diciembre de 2022 el Procurador del Común volvió a manifestarse. Se recomendaba al Ayuntamiento que impulsara las actuaciones necesarias para dotar de servicio de abastecimiento de agua potable a los residentes en esta urbanización de Vivanco de Mena que así lo solicitasen. También pedía al Consistorio que informara a los propietarios sobre las obras a ejecutar y sobre las previsiones temporales.

Y en 2021 el Ayuntamiento aseguró a esta propietaria que llevaría el agua potable a la urbanización. Pero apareció la ilegalidad de los pozos. «El Ayuntamiento nos dijo que sí, que nos llevaba agua potable, pero que los pozos de donde procedía el agua había que legalizarlos, así como el vertido de aguas residuales al cauce del río Hijuela», explica Tellería.

En una notificación del Ayuntamiento de Valle de Mena se puede leer que la Junta de Gobierno Local acordó requerir a la empresa promotora de la urbanización y a la entidad de conservación a «instalar en el depósito de agua de la urbanización el sistema de tratamiento necesario para potabilizar las aguas y que estas sean aptas para el consumo humano, ya que sin esta infraestructura y la legalización de los pozos, el Ayuntamiento no puede prestar el servicio de abastecimiento domiciliario por el alto contenido en sales minerales de las aguas subterráneas». Advertía el Consistorio que, hasta que no se procediese a ello, no se podía prestar el servicio de abastecimiento de agua domiciliaria.

Tellería insiste en que «esos pozos están en terreno del Ayuntamiento. Entonces el que los debería legalizar es el propio Ayuntamiento».

Nadie legalizó los pozos, el agua seguía llegando sin ser potable, no se hizo nada y en febrero de 2022 el secretario y el arquitecto del Ayuntamiento de Valle de Mena recibieron a Tellería. «Me dijeron que, por ley, nos tenían que suministrar el agua potable. En mayo de 2022, además, me facilitaron la memoria de la obra que pretendían hacer», recuerda.

En esta memoria se cifra el presupuesto de las obras para el suministro de agua potable en la urbanización Señorío de Vivanco en 10.361 euros. En esta memoria se asegura que se trata de actuar para reforzar el suministro de agua de esta urbanización conectándola con la red de distribución de Lezana de Mena. «Las capacidades de suministro y la cota de altura de la localización del depósito regulador de Lezana de Mena lo permiten. Y sin instalación compleja alguna, aparte del tendido nuevo de tubería». Así se puede leer en esta memoria elaborada en 2022.

Pero con las dos resoluciones del Procurador del Común sobre la mesa, esta memoria de obras y al margen la polémica sobre la legalidad de los pozos o el tratamiento para potabilizar agua exigido, todo sigue igual. «Cuando salió la resolución del Procurador del Común en diciembre de 2022 el Ayuntamiento también lo aceptó, pero han pasado tres meses y no ha pasado nada», lamenta esta propietaria.

BURGOSconecta ha intentado contactar con el Ayuntamiento de Valle de Mena sin obtener respuesta.