Empleado municipal y bombero, el ladrón de llaves de Medina de Pomar que tiene en vilo a los vecinos

Según la Guardia Civil de Burgos, encargada de la investigación, el detenido se apoderaba de las llaves de los pisos en un momento de descuido de los dueños y hacía copias para, acto seguido, devolverlas. Después iba entrando en los domicilios y se llevaba de todo, desde fajos de billetes (a un vecino le robó 5.000 euros), hasta toallas, alfombras o un televisor, que fue localizado en su propio salón, «hasta aceite y comida del congelador», asegura una de las afectadas a El Correo.

Una familia de Medina puso sobre la pista a la Guardia Civil, tras comprobar a lo largo de varias semanas cómo en iban faltando diversos objeto en su domicilio. La falta de indicios que indicaran que alguien había allanado su vivienda llegó a hacerles sospechar a unos de otros, según declaran fuentes cercanas a la investigación. Por este motivo, decidieron colocar una cámara de video vigilancia en la entrada de su casa y la sorpresa al ver la grabación fue mayúscula.

En las imágenes aparecía un hombre encapuchado entrando en su vivienda sin forzar la cerradura. Con esta prueba acudieron a la comisaría a poner la denuncia y, tras investigarlo, los agentes de la Guardia Civil identificaron al 'Andaluz' en diciembre de 2020, justo antes de Navidad. Se practicó el registro de su vivienda y allí localizaron objetos, a todas luces, sustraídos y algo que llamó la atención de los investigadores: una treintena de juegos de llaves. Esto permitió esclarecer otros tres robos de cuantías económicas muy elevadas, también en el interior de dos viviendas, en 2006, 2009 y 2016, denunciados y sin resolver.

El instituto armado continuó con las investigaciones y se le pudieron imputar finalmente once robos, ocho de ellos en pisos y tres en establecimientos comerciales, entre ellos una librería, una tienda de telas y una ferretería. Uno de los comercios en los que robó varias veces, no detectó estas sustracciones hasta que los agentes llegaron hasta el propietario «atando cabos a partir del material encontrado al registrar al 'Andaluz`». «Hablamos de miles euros robados», señalan fuentes de la investigación. En ese momento, el hombre ingresó de forma provisional en la prisión de Burgos, pero abonó la fianza y salió en libertad, aunque no puede ir a su casa.

Tras salir bajo fianza los agentes descubrieron que el acusado realizaba «movimientos extraños». Así pudieron comprobar que estaba intentando deshacerse de parte del botín, tirando a la basura alfombras, telas, cortinas, sábanas y mantas, entre otros objetos, en contenedores de dos pueblos de las Merindades, ubicados a varios kilómetros de distancia de Medina. Entonces, se solicitó una orden judicial para registrar también un trastero y dos lonjas donde encontraron una ingente cantidad de material robado. J.M.R.P. volvió a ser detenido, esta vez junto a su esposa.

Sin embargo, quedó en libertad ya que el fiscal no pidió su encarcelamiento. Al ser muchos de los delitos hurtos, se trata de la misma causa y no habría delinquido desde diciembre. Las acusaciones particulares, sin embargo, tal y como informa El Correo, han pedido su ingreso en la cárcel por la alarma social y porque varios afectados cuentan con orden de alejamiento, y están a la espera de que se pronuncie el juez.

Por esclarecer queda cómo pudo mantener su actividad delictiva en un municipio tan pequeño durante un tiempo tan prolongado sin levantar sospechas. Y, sobre todo, qué movía al Andaluz a entrar en las viviendas de sus vecinos para llevarse, en algunas ocasiones, objetos tan inusuales como toallas, albornoces o incluso comida del congelador.