Villarcayo y Miranda de Ebro no son los únicos municipios de la provincia que están sufriendo los efectos del desbordamiento de los ríos del norte, como consecuencia del último temporal de nieve y lluvias, acompañado de una subida de la temperatura.
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En Medina de Pomar, ... los ríos Trueba y Nela, junto con sus afluentes, han ocasionado no pocos problemas en las carreteras, mientras que en Trespaderne el Nela ha llegado a la zona deportiva y el camping. Y en Frías se han anegado las riberas, obligando a la evacuación de dos familias.
Jesús María Díez, concejal de Servicios del Ayuntamiento de Medina de Pomar, ha asegurado que la situación ha sido complicada, y se complicaba aún más de ayer mediodía. El municipio ha estado a salvo en todo momento, únicamente los desbordamientos han afectado al barrio de Medinabella, con algunas lonjas anegadas dada la proximinidad de las viviendas a la ribera.
Eso sí, las carreteras del entorno han estado muy afectadas por el agua, con balsas que han obligado a cortes puntuales del tráfico. Ha habido problemas en las carreteras de conexión con Villarcayo, Trespaderne, Criales, La Cerca... «la gente está desesperada», aseguraba el concejal a mediodía, aunque por la tarde la situación se ha ido normalizando, y reabriéndose al tráfico las carreteras.
Ha ha habido cortes al tráfico en la CL-628, dirección Villarcayo, y se mantienen en la BU-V 5605 en Paralacuesta o en la BU-530 entre Palazuelos de Cuesta y Urría.
Mientras, en Trespaderne estuvieron todo el día vigilando al Nela, que empezó a crecer el miércoles, inundando huertas y zonas próximas a la ribera, aunque lo peor se ha vivido el jueves. Desde media mañana, el agua ha entraba en la zona deportiva y del camping, ha explicado la alcaldesa, Ana Isabel López, y seguía lloviendo. A media tarde, el nivel había subido otros 30 centímetros, desde mediodía, alcanzando los 5,80 metros de altura.
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Sin embargo, los máximos no se alcanzaron hasta las nueve de la noche, con 5,81 metros y 669,90 metros cúbicos por segundo.
López recuerda las inundaciones de 2015, cuando se acumuló metro y medio de agua en el interior del polideportivo. También en esta ocasión el agua ha entrado en el camping, que se encuentra cerrado por descanso y totalmente anegado. En el polideportivo municipal se han acumulado, al menos, 60 centímetros de agua.
En Trespaderne , tras alcanzar su máximo, ha ido en descenso, y a primera hora del viernes marca 4,94 metros y 532 metros cúbicos por segundo. El Trueba en Medina de Pomar también ha ido bajando, pasando de los 2,59 metros de altura a primera hora a los 2,31 metros y los 160 metros cúbicos por segundo de última hora de la tarde. Este viernes cuenta, ahora, con 1,78 metros y 94 metros cúbicos por segundo.
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Mientras, el Ebro se ha comportado en esta ocasión en Frías. Tras las inundaciones de 2015, que se llevaron por delante el camping y obligaron a desalojar a muchos vecinos, el río «se ha regulado bastante bien», ha explicado su alcalde, José Luis Gómez. Se ha limpiado el cauce y, ahora, el agua ha contado con más espacio, aunque los ojos del puente romano han estado a punto de taparse completamente.
Se han anegado las riberas, fincas próximas, huertas e invernaderos, no nada fuera de lo habitual, afirma Gómez. Sí que se han tenido que evacuar dos familias que viven en la parte baja del municipio, pero sin espaciales incidencias.
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