La Junta demolerá las ruinas de Picón Blanco y pondrá vegetación

El objetivo es «eliminar los riesgos para la población y el ganado», así como la recuperación de unas condiciones adecuadas para la instalación de especies y comunidades vegetales de gran interés ecológico. El proyecto está financiado por la Unión Europea a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España. El presupuesto asciende a 370.000 euros.

Con los residuos de la demolición de las viejas edificaciones se prodecerá al machaqueo para recuperar caminos en el entorno de Picón. Es una manera, se explica desde la Administración regional de «fomentar la economía circular en las actuaciones propuestas», así como la mejora en las condiciones ecológicas y paisajísticas.

Picón Blanco está ubicado en Espinosa de los Monteros, a 1.529 metros de altitud sobre el nivel del mar, inmerso en los montes de Valloseda, el Polvo y la Pedrosa. Después de su su uso militar, abandonado hace más de 30 años, no se revirtió a dominio público forestal y monte de utilidad pública.

Las instalaciones presentan un estado de deterioro muy grande y al lugar han accedido personas que han destrozado parte de los edificio, lo que unido al paso del tiempo ha terminado por dejarlos en estado ruinoso. Las condiciones del clima también han acelerado su práctica destrucción.

Después de varias actuaciones, las administraciones competentes han acordado la vuelta de estos territorios a a montes de utilidad pública. Según el proyecto de recuperación, las instalaciones constan de cuatro naves cercadas por un muro y una explanada interior de hormigón, de unos 7.000 metros cuadrados de superficie. Estas instalaciones contaban también con un helipuerto, garitas de vigilancia, parapetos de hormigón, arquetas de saneamiento y restos de construcciones de conducción de agua en el exterior del recinto.

La primera actuación será la eliminación de todos los elementos constructivos y de las cimentaciones. Posteriormente se llevará a cabo la restauración ambiental del espacio mediante la creación de «dos vasos lagunares y habilitarlo como zona húmeda, potenciando la introducción de flora y fauna autóctona y de elevada singularidad, como la existente en los montes del entorno.».

Parte de los residuos demolidos no peligrosos se utilizarán para la restauración topográfica y junto al aporte de tierra vegetal y siembra de pratenses se pretende un resultado de aspecto naturalizado. El progresivo deterioro ha provocado, según testimonio de vecinos de la zona, que hayan quedado «fosas abiertos» en las que los animales han tenido varios accidentes al tratar de resguardarse de las inclemencias climáticas. Precisamente, el tiempo y las bajas temperaturas han terminado por destruir las cubiertas de varios edificios y la sensación es de abandono.

La imagen que se da de la zona en las retransmisiones televisivas de la Vuelta a España, hace dos años y de la la Vuelta a Burgos, siempre que se asciende a Picón Blanco, es deficiente.

En la actualidad, en esta cumbre existe un conjunto de edificios que formaron parte de la base militar del Ejército del Aire. El acceso a este espacio es sencillo por carretera, y junto a su aislamiento y falta de uso, se ha degradado y sufrido acciones de destrucción y saqueo, que han convertido el lugar en una zona peligrosa para la población, incluso para el ganado que utiliza los montes próximos y que utilizan estos edificios como refugio.