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EFE
Viernes, 20 de abril 2018, 08:23
El plan de desarrollo que han elaborado los 14 municipios del entorno de Garoña plantea la necesidad de contar con infraestructuras por encima de ayudas que «pueden parecer muy espectaculares pero son poco útiles si no se dan las condiciones», según la alcaldesa del ... Valle de Tobalina, Raquel González.
El documento ha sido elaborado por los agentes locales del CEDER Merindades y Adeco Bureba, en Burgos, y de la Cuadrilla de Añana (Álava), además de la Sociedad para el Desarrollo de Burgos (Sodebur), dependiente de la Diputación provincial, aunque con la colaboración directa de los 14 ayuntamientos situados en un entorno de 10 kilómetros de la central nuclear.
Aunque el resultado final se conocerá en unas semanas, la alcaldesa del Valle de Tobalina ha adelantado que sus objetivos son la generación de empleo y el mantenimiento de la población y para ello se considera esencial apoyar los parques empresariales y el desarrollo turístico, aunque sobre todo piden mejoras de infraestructuras que hagan atractiva la residencia y la inversión en la zona.
En este sentido, González ha destacado la necesidad de mejora de telecomunicaciones digitales, sobre todo la instalación de fibra óptica y cobertura de telefonía móvil; y mejoras en las carreteras, con tramos con demasiadas curvas y algunos túneles «en los que es necesario actuar».
Raquel González ha lamentado que estas carencias no se hayan resuelto en los más de cuarenta años de existencia de la central nuclear, en los que la zona ha estado amparada por un Plan de Emergencia Nuclear «precisamente para mejorar las comunicaciones de todo tipo, para poder actuar en caso de evacuación».
Junto a las medidas generales de actuación, comunes a todos los municipios afectados, el plan incluye una serie de propuestas concretas de actuación, la mayoría incluso con una estimación de presupuesto, en cada uno de esos municipios.
El plan será trasladado al Ministerio de Industria y Energía, que solicitó que le informaran desde la zona sobre las posibles medidas a adoptar para compensar el cierre de Garoña, y a la Junta de Castilla y León. Los catorce municipios afectados esperan «una respuesta rápida» porque temen que la zona caiga en el olvido y el daño sea irreversible, toda vez que ya han visto que el empleo que iba a generar el desmantelamiento de la central no es algo inminente y «ni siquiera parece cercano en el tiempo, porque siguen elaborando planes de los que no se sabe nada», ha explicado la alcaldesa.
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