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Tras la finalización de las campañas de excavaciones en la Cueva de la Fuente (Cueva de Juarros, Ibeas de Juarros) y Cueva de La Quebrantada (Montorio), hoy ha comenzado otra campaña en Covaneria (Cornejo, Merindad de Sotoscueva), cavidad perteneciente al Complejo Kárstico de Ojo Guareña. ... En los tres casos se trata de cavidades sepulcrales cuyos yacimientos han sido parcialmente destruidos, bien por furtivos, o bien por actuaciones totalmente irrespetuosas con sus yacimientos.
La Junta de Castilla y León ha encargado los trabajos de excavación, estudio y analíticas a la Fundación Atapuerca, siendo la arqueóloga Ana Isabel Ortega Martínez quien dirige las tres intervenciones al haber estado ya presente en las tres actuaciones previas en las que se recuperaron parte de los restos arqueológicos, entre ellos abundantes restos humanos, descontextualizados por diferentes personas.
Covaneria es una cavidad que pertenece al Complejo Kárstico de Ojo Guareña, siendo en tiempos remotos una de sus primitivas resurgencias. No obstante, el encajamiento de los niveles freáticos y la colmatación por arcillas de decantación de su conducto principal provocaron que quedara inactiva así como su actual aislamiento de la red principal de cavidades, aunque su conexión es más que evidente en las proximidades de la Sima de los Huesos, uno de las principales accesos a Ojo Guareña y cuya boca se abre a escasa distancia.
La entrada actual a Covaneria es una bella dolina en la que destacan los arcos naturales que marcan el camino de acceso hacia el interior de la cavidad. En la bóveda se abren varias simas por las que entra la luz natural y permiten la iluminación de sus primeros cien metros de recorrido. Una pequeña lateral elevada, junto a la entrada, fue utilizada como galería sepulcral en la Prehistoria reciente.
Fue descubierta en la década de los años ochenta por miembros del Grupo Espeleológico Edelweiss y los restos que afloraban se entregaron al Museo de Burgos. Se publicó en 1986 en la Monografía sobre Ojo Guareña, en los números 4 y 5 de la publicación en serie Kaite, Estudios de Espeleología Burgalesa, que el GEE dedicó íntegramente al Complejo de Ojo Guareña, así como en 2013 en el libro Cuevas de Ojo Guareña, una visión de la mano del Grupo Espeleológico Edelweiss, ambos editados por la Diputación de Burgos.
En 2017, Andrea y José Luis, guías de las visitas turísticas a Cueva Palomera, advirtieron de la presencia en superficie de nuevos restos humanos, por lo que una vez desplazados al lugar se recuperaron en varias jornadas los nuevos restos humanos que habían esparcido por la zona y se ha iniciado su estudio antropológico por los antropólogos Marco Vidal y Antonio Molina, ligados al Grupo Espeleológico Edelweiss, al CENIEH, al Equipo de Investigación de Atapuerca y a la Universidad de Alcalá de Henares, que también están colaborando en el estudio de los restos humanos que se han recuperado en otros santuarios de Ojo Guareña y de otras cavidades burgalesas. Por el momento, tan sólo se puede avanzar que mayoritariamente pertenecen a varios individuos infantiles.
Con la intervención que hoy se ha iniciado se pretende conocer la estratigrafía del yacimiento que permita atribuir con mayor precisión la cronología, dentro de la Prehistoria reciente, del mismo, así como finalizar los estudios antropológicos y arqueológicos de sus restos. También se procederá, por especialistas del CENIEH, al escaneado en 3D de la cavidad.
Los nuevos restos que aparezcan deberán ser entregados al Museo de Burgos y el informe con los resultados de la excavación, analíticas y dataciones, a la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León.
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