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Los alumnos del IES Merindades de Castilla de Villarcayo han participado en un proyecto para fomentar y analizar la transmisión directa de la memoria democrática entre distintas generaciones. Se han acercado a sus abuelos, vecinos o conocidos más mayores para conocer su vida durante ... la Guerra Civil española y la posguerra. Estudiando con especial atención la vida de las mujeres en esta época. La zona de Las Merindades de Burgos es especialmente interesante para encontrar testimonios de la huella que dejó la Guerra Civil. Todavía quedan testigos vivos y recuerdos en forma de monumentos fascistas y del bando nacional.
Como fruto de este trabajo han realizado entrevistas y han elaborado un mapa con la ruta de la memoria democrática por Las Merindades. Como muestra final, el comunicador audiovisual y director de proyectos artísticos, el burgalés Carlos Gómez Cuñado, ha elaborado un documental que ya se puede visualizar. Hace unas semanas que lo publicó, pero el trabajo de los alumnos se remonta a todo el curso pasado.
La memoria democrática o la memoria histórica siempre ha generado enfrentamientos en nuestro país porque se ha abordado como un enfrentamiento entre dos partes. Hay intereses, hay partes beneficiadas de seguir buscando el conflicto con este tema que lo único que busca es conocer el pasado para reflexionar, entender la lucha por los derechos humanos, las libertades y la democracia. Han sido los alumnos del IES Merindades de Castilla de Villarcayo los que han dado una lección sobre cómo acercarse a este tema, a la memoria, a la Guerra Civil y a la posguerra.
Lo han hecho dentro de un proyecto de investigación llevado a cabo por la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con este instituto de la provincia de Burgos y el Ayuntamiento de Manzanedo. Con este trabajo se busca fomentar y analizar la transmisión directa de la memoria democrática entre distintas generaciones en la zona de Las Merindades.
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Las Merindades son memoria si se quiere conocer. Aquí hay fosas con cadáveres sin reconocer, monumentos y grabados que atestiguan la presencia de soldados italianos, como la Pirámide de los Italianos, o en honor a militares franquistas, como la Columna Sagardia, un penal que alojó a presos republicanos en pésimas condiciones, restos de trincheras y búnkeres. Pero también hay memoria viva que se pierde si no se recoge.
Al departamento de Geografía e Historia del instituto de Villarcayo le pareció una buen idea participar en este trabajo de transmisión intergeneracional de la historia y la memoria democrática en Las Merindades, explica Carolina Arias, jefa de Estudios y profesora de Geografía e Historia. «Se nos planteó que los alumnos realizaran entrevistas con familiares, vecinos, conocidos mayores de 70 sobre lo que ellos recordaban. Pero la idea es que fuera algo interdisciplinar. No solo historia, también aprender a hacer una entrevista, grabarla, acercarse a otras generaciones», explica la jefa de Estudios.
A partir de esas entrevistas, el comunicador audiovisual y director de proyectos artísticos Carlos Gómez Cuñado ha montado un documental con material propio tras documentarse y recorrer la comarca. Se ha elaborado también un mapa de los lugares de la memoria histórica de Las Merindades.
Se trabajó, sobre todo, con los alumnos de cuarto de la ESO, al tener más vinculación con su plan de estudios. La respuesta del alumnado ha sido «muy buena», reconoce Arias. «A muchos les sorprendía, no habían hablado con sus abuelos del tema y se dieron cuenta de la importancia de preguntar. A veces damos por supuesto que sabemos la vida de nuestros familiares y no la conocemos. Les ha gustado la experiencia», añade. Una experiencia que les ha ayudado a cambiar la visión paternalista o condescendiente que se tiene sobre las personas mayores.
Carlo Cuñado, su nombre artístico, reconoce que la experiencia con los alumnos es «de lo mejor que he tenido. Me han dado una sensación de esperanza y futuro prometedor. Hablan y piensan de forma nutritiva y real. No están tan intoxicados ni envenenados por la política. Tienen una perspectiva más lejana, humana y cultivada. Ha sido un orgullo verlos y me ha encantado escuchar cómo debatían sin faltarse el respeto», asegura.
Arias añade que no solo preguntaban sobre política, profundizaban en la vida cotidiana porque, al final, todo es político. Sí había miedo a eso mismo, a encontrar personas que no quisieran hablar, pero hablaron sin problema, no hubo conflictos. «A veces el problema son los prejuicios que tenemos los adultos que lo que es la realidad. Los jóvenes se acercaron con curiosidad y respeto», añade la jefa de Estudios.
«Eso es lo interesante, generaciones diferentes hablando de un tema que no es fácil», apunta Carlo Cuñado. «Tuve relación con algunas de las personas que salen en el vídeo y me encontré de todo. Las perspectivas más violentas y menos transparentes fueron lo que menos me gustó, pero la gran mayoría de las personas hablan desde el corazón, desde que lo que sucedió fue un error. Muchos me explicaban que ni siquiera sabían qué era una guerra, quiénes eran los bandos. Estaban aturdidos, confusos. Tuve alguna experiencia más negativa por el miedo de la gente, porque al hablar de este tema hay quien se piensa que lo quieres usar de manera política y se sienten atacados», reflexiona el director del documental.
El proyecto se fraguó durante el curso pasado, cuando los alumnos hicieron las entrevistas. Carlo acudió en varias jornadas para grabar, pero como amante de Las Merindades que es ya tenía recursos grabados previamente. El documental apareció en diciembre de 2021.
Advierte que los monumentos fascistas y en honor al bando nacional que aparecen en el vídeo no son «ni el 20 por ciento de lo que hay». Los docentes le facilitaron gran parte del trabajo con sus orientaciones, porque encontrar los sitios no siempre es tan sencillo como esos monumentos más grandes que se ven desde la carretera.
«Ha sido uno de los trabajos más intensos», reconoce Carlo. Por un lado, el tema es «duro», hay heridas que no están cerradas o solo superficialmente, porque no se ha podido hablar del tema. Cuando las cosas se silencian, se corrompen. Por otro lado, la empatía y sensibilidad de Carlo se han visto afectadas por el propósito de la simbología fascista, «está carente de arte, su objetivo no es el arte o la creatividad, sino imponer y hacerte sentir pequeño».
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