El 14 de marzo, el día más triste para Burgos y «el lugar más hermoso para morir»

Julio César Rico

Burgos

Viernes, 14 de marzo 2025, 07:53 | Actualizado 08:07h.

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Cuentan las leyendas, y algunos relatos son bellísimos, que existe un cielo para animales, tan similar como lo es el cielo de los humanos que ya han trascendido. En ese cielo de los bichitos tiene un lugar especial; y ahí, en ese cielo, vive Félix Rodríguez de la Fuente.

Un 14 de marzo de 1980, hace 45 años, el mismo día que cumplía 52, un fatal accidente en Alaska nos dejaba sin el precursor del más sano ecologismo que daba España. Unas horas antes de su accidente de avioneta Félix predijo su muerte en Alaska de la que dijo: «Qué lugar más hermoso para morir». El piloto Warren Dobson y los cámaras Teodoro Roa y Alberto Mariano Huéscar se fueron a la tierra prometida con Félix.

Amigo de los animales y amigos de los niños, fue el mejor divulgador de la naturaleza que ha dado la historia de España. Se lloró su muerte como la de un líder amado; Félix Rodríguez de la Fuente acercó el mundo natural y la fauna ibérica y mundial, a cientos de miles de personas a través de sus documentales.

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Los más conocidos fueron los de la serie 'El hombre y la tierra', difundido por televisión española durante varias décadas. La serie de películas es una obra de referencia sobre naturaleza tanto en España como en el extranjero. Tuvo tres partes, la serie de Venezuela, Fauna Ibérica y Canadá. Un trabajo, el de Félix Rodríguez de la Fuente, que ha inspirado a niños de varias generaciones.

Pero antes ya lo hizo en sus cuadernos de campo, en sus paseos, por la naturaleza y en sus programas de radio. Hizo con 'La aventura de la vida' 350 emisiones de ese programa. Y fue el primero en hablar de ecología política.

Su cuna natal, Poza de la Sal, fue el paraíso universal del uno de los burgaleses más ilustres, aunque vivió poco tiempo en la villa salinera, fue un referente para sus vecinos y para sus compañeros de colegio. Y eso su padre, que era notario, no era partidario de la escolarización temprana, así que él mismo educó a Félix hasta que a los 9 años, cuando marchó al colegio Sagrados Corazones de Vitoria.

Se licencian medicina, en Odontología, en Valladolid y pronto su fama de naturalista se extendió por toda la península y por todo el planeta,

Fue el arte de la cetrería el que le llevó a interesarse por los animales, sus costumbres y de ahí, a la radio y la televisión. Su modo de comunicar fue único. Su lenguaje sencillo y directo lo entendía todo el mundo. Félix sigue vivo en el recuerdo de su gente. Y de sus animales.