La Lora invita a disfrutar del solsticio de invierno en territorio megalítico

Los solsticios marcan ese paso de las estaciones y sus celebraciones paganas han sido siempre una forma de dar la bienvenida al nuevo tiempo, pidiéndole protección, clemencia y frutos, seguir viviendo un año más. Y en la comarca burgalesa de La Lora conocen bien esa conexión entre la naturaleza, la civilización y la espiritualidad, viviendo como viven en un territorio plagado de megalitos.

Un año más, en Sargentes de la Lora han organizado una actividad para que podamos celebrar el solsticio de invierno como lo hacían sus antepasados, hace 6.000 años: observando su efecto sobre los dólmenes. En los amaneceres de la segunda quincena de diciembre y primeros días de enero, justo al salir el sol, el primer rayo se cuela por el corredor de los dólmenes hasta iluminar la cámara funeraria.

«Era un momento especial y único por lo que significaba para nuestros primeros pobladores y su particular calendario», recuerda el municipio. «Con dicho efecto, se sabía que los días empezaban a ser más largos y las noches más cortas, motivo de alegría y celebración por lo que suponía para su agricultura y ganadería«. Y es que es precisamente en el solsticio de invierno cuando se vive el día más corto del año, con su larga noche.

De este modo, en Sargentes han programado dos jornadas y tres ubicaciones para disfrutar del solsticio de invierno en el territorio megalitico. Es importante, recuerdan, aprovechar los días en los que amanecerá despejado para que la luz del sol entre directamente al interior de la cámara. Así, consultadas las previsiones meteorológicas, dos son los días perfectos para disfrutar del efecto del soslsticio.

El primero será el sábado 18. A las 8:30, en el dolmen de La Cabaña de Sargentes de la Lora. Tocará subirse al techo de la cámara para vivir el efecto tal como lo hacían los antepasados. También el domingo 19, a la misma hora, pero en el dolmen de El Moreco, en la Hoya de Huidobro (Los Altos). Además, a medida que vayan transcurriendo los días, se programará una visita para observar el efecto en el Dolmen de Las Arnillas de Sedano.

Los estudios realizados en los dólmenes de La Lora han permitido descubrir que estas estructuras megalíticas estuvieron en uso durante más de 2000 años y servían como documento de propiedad para las familias que en ellas enterraban a sus seres queridos. Están construidas con lanchas de piedra de más de dos metros de altura, y más de 2 kilos de peso, lo que requería de mucha mano de obra e indica que, por entonces, la zona estaba muy poblada, al ser rica en pastos y tierra de cultivo.