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El incendio de Arlanza marcó el verano pasado en Burgos. BC

Las lluvias recientes refrescan el monte de Burgos y reducen el riesgo de incendio

El suelo sigue sufriendo la sequía de la falta de lluvias primaverales, pero la superficie está más fresca y verde lo que hace que sea más complicado que el monte se prenda y corra el fuego

Sábado, 10 de junio 2023, 08:58

No ha llovido mucho, pero al menos hemos tenido alguna precipitación y han bajado las temperaturas, lo que está sirviendo para que el campo se refresque y llegue en mejores condiciones de las esperadas al verano. La campaña de riesgo alto de incendios forestales ... en Castilla y León arranca el lunes 12 de junio. Lo hace con adelanto y después de meses de aviso por riesgo medio, así que está todo preparado para afrontar un verano que se espera sea menos duro que el de 2022.

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Por el momento, el monte burgalés presenta una situación mejor a la que se vivía hace un año. Alfredo Rodríguez, ingeniero de montes y ex decano del Colegio de Ingeniero de Montes de Castilla y León, explica que si bien el pasado año en marzo llovió más, luego vino un mayo y junio con olas de calor, lo que hizo que ante cualquier detonante hubiera un alto riesgo de incendio. Ahora, «la típica chispa de cosechadora no lo tiene tan fácil».

Mayo ha marceado y, aunque «ha caído menos agua de la que aparenta», ha ayudado a que refrescar el terreno. «La sequía de fondo en la vegetación la seguimos teniendo, sobre todo en capas profundas, pero en la superficie estamos en plena primavera, con hierba», apunta Rodríguez. Y si sigue lloviendo la situación se mejorará, o al menos no empeorará, que era lo que se temía hace unos meses, cuando se acumulaba una importante escasez de agua con temperaturas veraniegas.

«Tenemos pocas lluvias pero recientes, y hace fresco», insiste, así que el arranque de temporada no pinta mal. La hierba en superficie no prenderá fácilmente, pero en caso de que llegue el fuego a terreno forestal, a jara, encina o pinos, pues hay riesgo de incendios graves por la sequía de fondo. Recientemente, en Aguas Cándidas un rayo provocó un incendio y se llevaron un buen susto, pero hubo suerte y, entre el operativo y que había algo de humedad, se pudo controlar.

De ahí que se pida precaución, sobre todo ante el inicio de la cosecha. Si bien es cierto que la sequía y el granizo ha arruinado algunas parcelas, en la zona norte de Burgos hay campaña aunque sea más escasa. Y entre que habrá que apurar más los cortes y la paja valdrá más, es probable que los peines de las cosechadoras vayan más bajos, aumentando el riesgo de roce con el suelo y de que una chispa prenda. Eso sí, de momento, se puede llevar con más tranquilidad que en 2022.

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Alfredo Rodríguez recuerda que, el año pasado por estas fechas, se declaró el primero de los incendios de la Sierra de la Culebra en Zamora (el segundo fue a mediados de julio). Hubo otros fuegos importantes estos días, como los de Navarra y, en Burgos, el de Villasur de Herreros. Por el momento, la provincia está en calma, con algún susto, pero confiando en que el verano no traiga incendios como el de la comarca del Arlanza. Y, si sigue lloviendo, se puede evitar.

Operativo al completo

Por lo que se refiere al operativo contra los incendios forestales, están funcionando todas las autobombas y los retenes de tierra. Los helicópteros se incorporarán estos días para estar listos de cara al 12 de junio. El incendio de la Sierra de la Culebra ha obligado a la Junta a replantearse la campaña, de modo que parte del operativo ha estado activo durante todo el año y, ahora, se completa. Eso sí, hay profesionales de permiso, vacaciones y formación, así que eso se dejará notar también en los efectivos activos.

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