Las lluvias favorecen un inicio tranquilo en la campaña de incendios forestales en Burgos

Alfredo Rodríguez, el decano del Colegio de Ingenieros de Montes de Castilla y León, destaca que las lluvias de las últimas jornadas garantizan humedad suficiente para evitar que con una chispa fortuita se pueda originar un gran fuego. Hay humedad en la superficie, que es lo más importante, pero también en el suelo, «así no es fácil que una chispa agarre ni que corra» el fuego, insiste.

El próximo 1 de junio arranca la campaña de incendios forestales y la Junta de Castilla y León ya ha declarado el peligro alto de incendios. Rodríguez asegura que «la campaña no pinta mal» y, aunque tras las lluvias llegará el calor y las temperaturas alcanzarán máximos ya correspondientes a esta época del año, al menos no llegamos con varios meses de sequía acumulada, como en años anteriores.

En 2020, «a estas alturas ya veníamos con calor y sequía acumulados«. Ahora hay mucha humedad, así que para agosto y septiembre, cuando se suele complicar la campaña, no se habrán podido acumular más de dos meses de sequía y, por tanto, el riesgo será menor. Eso sí, »nunca se sabe« cómo será una campaña, así que hay que mantener las medidas de prevención.

Ahora, en los inicios, los mayores riesgos vienen de la mano de la maquinaria agrícola utilizada para la cosecha del cereal. Cosechadoras y empacadoras pueden originar fuegos, que en la mayor parte de los casos se quedan en conatos. No son las únicas. El pasado verano se dieron dos incendios significativos, con numerosos focos, uno en la comarca del Arlanza, a causa de un tren, y otro en los entornos de la BU-30, también por chispas ocasionadas por un vehículo.

De la campaña del pasado año también se destaca el incendio de Junta de Traslaloma, que calcinó 120 hectáreas. Y Alfredo Rodríguez recuerda alguna jornada especialmente complicada, en la que a causa de las tormentas se originaron varios conatos en la zona de la sierra. La movilización de efectivos fue muy importante, incluso con medios aéreos de otras regiones, pues la zona era de difícil acceso. Gracias a ello, todo quedó en un simple susto.

Rodríguez espera que, dentro de lo que cabe, la campaña de este año sea tranquila. El personal de lucha contra incendios forestales está ya preparado. De hecho, ya les han vacunado contra la covid-19. También se cuenta con los medios terrestres, aéreos y tecnológicos, con algunos refuerzos por parte del Ministerio y de la Junta. La colaboración entre administraciones es fundamental para evitar los grandes incendios ol, al menos, minimizar sus impactos.