Las lluvias disparan las reservas de agua del Arlanzón

Ahora mismo, el antiguo embalse de Arlanzón cuenta con 19,95 hectómetros de agua embalsada, lo que supone un 77,2% de su capacidad total, muy por encima de los registros del año pasado a estas alturas (50%) y de la media de la última década, que se sitúa en el entorno del 59,5%.

Aguas abajo, la estampa se repite en el embalse de Úzquiza. Allí hay ahora mismo 45 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que supone un 60% de su capacidad total. De nuevo, estas cifras están muy por encima de los datos de 2022 (41,3%) y de la media de los últimos diez años (51,4%).

La alegría, no obstante, no es extensiva a todas las cuencas hidrográficas. De hecho, mirando al norte se observa una dinámica muy diferente. Así, el gran pantano del Ebro, ubicado a caballo entre Burgos y Cantabria y encargado de regular la cabecera del río, presenta una situación muy complicada.

A pesar de las últimas lluvias, el pantano cuenta ahora mismo con 119 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que apenas supone el 22% de su capacidad total, un registro muy alejado de la media de la última década (48,9%), aunque cercano a las cifras que presentaba hace ahora un año (24%), cuando también atravesó una sitaución complicada.