La Lista Roja de Hispania Nostra se ceba con La Bureba, con cuatro de las siete incorporaciones del último año

La incorporación más reciente, del pasado 3 de enero, corresponde a la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora de Valdearnedo, en Carcedo de Bureba. Se trata de un templo del siglo XII, de estilo románico aunque sufrió modificaciones y alternaciones posteriores, contemporáneo al propio pueblod e Valdearnedo, deshabitado desde 1983. Su inclusión en la Lista Roja responde al posible derrumbe y el peligro de expolio de los pocos elementos de valor que aún se conservan.

También en La Bureba se encuentra el conjunto monumental de la iglesia de San Saturnino y Ermita de Nuestra Señora del Campo en Carrias, ambas de estilo románico. La ermita corresponde a los siglos XI-XII y sería previa a la iglesia, que siendo también románica presenta elementos de épocas posteriores, como una portada renacentista. Y conserva, aunque muy deteriorada, la torre del campanario, de ahí la inclusión en la lista, para hacer un llamamiento a las administraciones y que actúen en la limpieza y conservación del conjunto.

La incorporación de ambos templos se produjo el 3 de diciembre, completando así un año duro para la comarca de La Bureba, que ha visto cómo tres de los seis bienes señalados por Hispania Nostra en 2019 estaban enclavados en su territorio (cuatro de siete si se tiene en cuenta el triste comienzo del 2020). Y es que hasta el Convento de Santa Clara de Briviesca pasó a estar señalado el 26 de septiembre.

Como recuerdan en Hispania Nostra, el convento fue fundado en 1512 por Mencía de Velasco, hija de los condestables de Castilla, para la rama monástica femenina de San Francisco, aunque posteriormente tras una bula en el siglo XV pasó a estar gestionado por las clarisas. De sus dos claustros, uno es tardogótico y otro de estilo herreriano. En 2005, las monjas se trasladaron a Lerma y, deste entonces, permanece sin uso (en venta) y se ha incluido en la lista el claustro gótico, que requiere de intervención para su conservación.

El alto riesgo de derrumbe y desaparición es lo que ha llevado a Hispania Nostra a incluir al monasterio de Santa María la Real de Vileña en su Lista Roja. Se trata de un edificio de gran valor histórico y artístico, pero que se vio afectado por un incendio en 1970, que lo destruyó casi por completo y, desde entonces, se están desmoronando. Ahora se conservan solo los muros, y en parte, porque la espadaña también tuvo que ser derribada por peligro de derrumbe.

A estos cuatro bienes incluidos en 2019, se le suman en La Bureba la iglesia de San Miguel de Tamayo, de los siglos XIII a XIV, que se incorporó en julio de 2018. Y, colindando a La Bureba, la iglesia de San Féliz de Oca, en Villafranca Montes de Oca, el único resto del monasterio que, según la tradición, fue engrandecido por el conde Diego Porcelos y escogido por él como lugar de enterramiento. Se encuentra en ruina y forma parte de la lista desde mayo de 2018.

Burgos cuenta con 29 bienes, patrimoniales, naturales o artísticos, en la Lista Roja de Hispania Nostra. En 2019 han sido seis las incorporaciones, las tres de La Bureba y otras tres diseminadas por otros puntos de la provincia. El año se inició con la mancha roja de la iglesia de San Esteban de Sáseta, en Condado de Treviño, un templo de los siglos XII al XV, que se encuentra en estado ruinoso y que ha sufrido numerosos expolios. Se ha rehabilitado en 2007 y 2017 pero, aún así, hay riesgo de derrumbe del tejado y de desprendimientos.

En marzo se incorporó la Torre de los Porres, en Merindad de Valdeporres, un BIC de 1949 en riesgo de ruina. Se trata de un conjunto formado por una casa fuerte, ya en ruinas, y una torre gótica que se mantiene el pie aunque sin cubierta, y que data del siglo XIV. La última incorporación ha sido la iglesia de San Juan Bautista de Quintanilla del Monte en Juarros, del silgo XVII, que también se encuentra en riesgo alto de desprendimientos.

Y tras las malas noticias, una buena. En 2019 salió de la Lista Roja el Arco de la Llana tras la inicitiva del Ayuntamiento de Burgos de retirar la portada románica del Paseo de la Isla y resguardarla, previa una labor de conservación, en el Monasterio de San Juan. Se había incorporado en junio de 2014 y salió en octubre de 2019.