Las jubilaciones y prejubilaciones dejan a «miles» de burgaleses sin médico de cabecera

El portavoz del colectivo explica que, según los cálculos de la plataforma, en la provincia hay unas 50 plazas de médico de familia que «no están cubiertas o están cubiertas de manera indebida». Además, este año está previsto que se jubilen 30 profesionales en Burgos, una cifra a la que se hay que sumar aquellos que decidan jubilarse anticipadamente, «que no son pocos», advierte Ayllón.

El médico ya jubilado explica que hay muchos doctores que, cuando cumplen los 65 años, y aunque pierdan «mucho dinero», deciden jubilarse porque están física y psicológicamente agotados. Lo que pesa es, fundamentalmente, «la sensacicón de que no se están haciendo las cosas bien; el estar condenados a no poder hacer las cosas como creen que se deben de hacer», matiza.

Con este panorama, «la nómina de médicos se va a ver muy reducida» y eso deja a miles de burgaleses sin lo que es una parte fundamental del sistema público de sanidad. «Y no es cuestión de incompetencia de los políticos», asegura Juan Antonio Ayllón, sino que es consecuencia de una política premeditada, pues lo que está ocurriendo ahora «es la crónica de una muerte anunciada».

Se sabe hace más de 20 años que iba a haber un momento en el que confluiría un gran número de jubilaciones, por edad. Sin embargo, no se ha hecho nada para evitar las consecuencias. Y, lo que es peor, sigue sin haber un plan a medio o corto plazo para Atención Primara. Tampoco para reducir las listas de espera en los hospitales de la comunidad.

Así se lo dijeron a la Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos el viceconsejero de Sanidad y la directora general de Asistencia Sanitaria cuando el pasado noviembre se reunieron con ellos, en respuesta a la petición de encuentro con el consejero, Alejandro Vázquez. Él no asistió pero desde Sanidad dejaron patente que «el sistema se muere pero no van a hacer nada».

El portavoz de la plataforma insiste en que la política de la Junta de Castilla y León pasa por «debilitar el sistema público de sanidad», de tal modo que acabe cargando solo con aquello que «no es negocio» (los tratamientos más costosos, como pueden ser los oncológicos) y con los pacientes que no se puedan pagar un seguro privado. Facilitar desde lo público el negocio en la privada.

En el encuentro con los responsables de Sanidad, la plataforma también analizó el nuevo convenio con el Hospital San Juan de Dios de Burgos. El colectivo insiste en que se debe de recuperar el proyecto de la anterior consejera de Sanidad, Verónica Casado, para convertir el Divino Valles en un centro de atención a mayores, crónicos y terminales.

Sin embargo, en Sanidad apuestan por mantener el convenio con el San Juan de Dios, pese a que «cuantitativa y cualitativamente es un desastre», se lamenta Ayllón. Por todo ello, por la deriva de la Atención Primaria, por la falta de profesionales, por el convenio con el San Juan de Dios... la Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos anuncia movilizaciones.

Quieren arrancar el 2023 con protestas, siendo alguna de las primeras la relativa al nuevo centro de salud García Lorca, que sigue sin avanzar. Tal vez haya que esperar a febrero para ver al colectivo de nuevo en la calle, pero insisten en animar a los burgaleses para que se unan a las protestas y defiendan un sistema público que cubre a todos y que está en grave riesgo.