La huelga del transporte dura ya once jornadas. Ricardo ordóñez| ICAL

La huelga del transporte afecta a más de la mitad de las empresas de Burgos y desabastece al comercio

Los sectores agroalimentario, siderometalúrgico y madera son los más afectados. Los mercados de abastos se mantienen aprovisionados de productos frescos pero el pequeño comercio empieza a notar el parón

Jueves, 24 de marzo 2022

La situación se complica por momentos en la economía burgalesa. A medida que pasan los días sin que se ponga fin a la huelga del transporte, más empresas de la provincia se enfrentan a problemas para poder continuar con su actividad. Y lo mismo ... ocurre en el comercio de proximidad, que empieza a sufrir los primeros problemas de desabastecimiento, temiendo las pérdidas acumuladas.

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Los sectores de agroalimentación, siderometalurgia y madera son los más afectados por la huelga, aunque la industria burgalesa contiene en la respiración con independencia del sector productivo. La patronal FAE ha realizado una encuesta entre las empresas, tanto de la capial como de la provincia, para conocer cómo están viviendo esta huelga y únicamente un 15% asegura que no está afectado por el paro.

Más de la mitad de las empresas de Burgos tiene problemas, bien para sacar productos o prestar servicios, bien para recibir materia prima. Y si la materia prima no llega, se tiene que parar la producción, indica Emiliana Molero, vicepresidenta de FAE Burgos. De la encuesta se desprende también que, si la huelga no se desconvoca, en diez días, la mayor parte de las empresas acabarán teniendo algún problema.

Eso sí, Molero reconoce que no se puede hablar de un desabastecimiento de los centros de distribución en Burgos, al menos a día de hoy. Por ejemplo, FAE no tiene constancia de que haya problemas para suministrar pienso a los ganaderos, pero si el paro continúa, la situación puede acabar siendo «caótica», pues se irán sumando más empresas y se podría acabar parando toda la economía industrial.

Rebaja automática de los impuestos sobre los carburantes

Desde la patronal FAE, Emiliana Molero confía en que la situación se resuelva cuanto antes e insiste en que «lo más práctico es una rebaja automática en los impuestos que gravan el combustible». El Gobierno «tiene en su mano poder solucionar el problema», insiste.

Al mismo tiempo, FAE pide que se respete no solo el derecho al paro entre los transportistas sino también el derecho a trabajar de aquellos que no quieran hacer huelga. «Nadie abre un negocio para tener pérdidas», pero el sector del transporte tiene también que ser responsable.

Durante la pandemia han hecho un trabajo «excepcional», son esenciales para la economía, y por eso se necestia dar solución inmediata a la huelga, que tiene un seguimiento desigual en burgos. «Va por zonas y por días», lo mismo que en el resto del país.

Comercio

Momentos muy complicados atraviesa también el sector del comercio de proximidad. «Estamos tardando mucho en recibir los pedidos, que llegan con lentitud», explica el vicepresidente de la FEC, Julián Vesga. Y la situación es más dura para los comercios que venden artículos de primera necesidad o perecederos, porque empiezan a notar desabastecimiento y pérdida del producto, que cuando llegue puede llegar estropeado.

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A modo de ejemplo, Vesga habla de las floristerías, que están tirando grancias a pedidos anticipados, pero el material se les acaba este fin de semana. Si no se soluciona la situación, y viendo que no están llegando los suministros, la próxima semana no va a haber flores. Y en otros comercios ya empieza a haber problemas para recibir leche o productos lácteos.

Mientras, en los mercados de abastos de la capital están «soportando» la situación, pero muy pendientes de la evolución de la huelga. En declaraciones a Ical, los responsables del Mercado Norte y el G-9 afirman que charcuterías, carnicerías, fruterías y pescaderías están abastecidas, y en algunos casos se están notando más ventas esta semana, aunque los burgaleses se han ido aprovisionando por lo que pudiera pasar.

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En cuanto a los precios, los comerciantes «lo están soportando» y de momento no los han subido, pero saben que acabarán teniendo que repercutir el aumento de los costes, aunque sin subidas «abusivas». Seguramente, será a partir de abril cuando se empiecen a notar los encarecimientos, pronostican los comerciantes de Burgos, entre los que empieza a cundir el pesimismo porque, afirma Vesga, «no levantan cabeza».

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