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El pueblo burgalés de Hornillos del Camino se encuentra trabajando, desde hace unas dos semanas, para realizar una intervención en su iglesia. El objetivo es eliminar humedades, cambiar el suelo de la sacristía, arreglar el coro alto y adecuarlo para instalar allí un pequeño museo ... con elementos eclesiásticos.
Aunque la iglesia del pueblo esté inscrita como propiedad del Arzobispado, estos vecinos entienden que es un bien propio. Son ellos los que están trabajando en el templo para abaratar costes y, además, este hecho se convierte en un momento de unión. La iglesia como espacio de encuentro. Enclavado en el Camino de Santiago, la iglesia de Hornillos del Camino es parada también de peregrinos, por lo que los vecinos entienden necesario mantener este bien en buenas condiciones.
Desde hace unas dos semanas, como explica Pedro Mayor, alcalde de Hornillos, un grupo de entre 10 y 15 personas está trabajando en el templo. Acuden cuando pueden, en su tiempo libre, cediendo tiempo y esfuerzo por este objetivo común. «Es también un momento de convivencia entre los vecinos, crea unión, es bonito vernos a todos trabajar juntos», reconoce el regidor.
Estos voluntarios, al no ser expertos en la materia, se encargan de realizar el trabajo que menos formación conlleva. Después, se ha contratado a una empresa para realizar los trabajos más específicos y complicados. Por un lado, los vecinos han creado una zanja en el perímetro de la iglesia donde se instalará un tubo y piedra rodada para canalizar por ahí el agua y evitar humedades en el interior de la iglesia.
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Por otro lado, van a quitar la madera de la sacristía. Posteriormente, una empresa echará hormigón en el suelo e instalará mármol, al igual que lo que tiene el templo. Finalmente, los vecinos también limpiarán el coro alto. Será la misma empresa la que se encargue de renovarlo e instalar lo necesario para crear en este espacio un pequeño museo con elementos interesantes de la iglesia.
Con el trabajo de los vecinos realizando la zanja en el perímetro de la iglesia, eliminando la madera de la sacristía o limpiando el coro, la intervención se abarata en unos 3.000 euros. «Hace unos años también se arregló el suelo de la iglesia siguiendo el mismo modelo, con la colaboración de los vecinos», explica el alcalde Pedro Mayor.
Al trabajo vecinal para abaratar costes se suma otro esfuerzo popular. El pueblo ha hecho una colecta y se han conseguido 7.000 euros para esta intervención, a los que se suman otros 8.000 euros que salen de las arcas municipales. El proyecto asciende a unos 30.000 euros, por lo que se debe afrontar en fases para ir obteniendo los fondos. «Se hicieron tres reuniones con los vecinos, el sacerdote y el Ayuntamiento y se decidió afrontarlo así, por fases, con colaboración de los vecinos y haciendo la colecta», apunta el regidor.
Los vecinos han excavado el perímetro de la iglesia dentro de este proyecto de saneamiento perimetral en el exterior para evitar las humedades del interior. «Hay que cuidar la iglesia porque es la imagen del pueblo. Estamos en el Camino de Santiago y los peregrinos entran a verla. La iglesia es de los vecinos, yo aquí solo soy un gestor», afirma el párroco titular de Hornillos del Camino.
Posteriormente, se instalará un tubo para hacer el drenaje de los cimientos, un tubo que va a ir conectado al colector y se colocará también piedra drenante. La empresa será la encargada de concluir este trabajo. Echarán el hormigón y pondrán el mármol en el suelo de la sacristía y adecentarán el coro alto como museo. Serán los vecinos los que se encarguen de limpiar los otros cuartos, objetos y seleccionar lo que va al futuro museo.
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