La Guardia Civil de Burgos pierde 32 efectivos en el último movimiento de personal

En concreto, se han marchado 58 efectivos (53 agentes y 5 cabos) y solo han llegado 26, que estarán incorporándose hasta mediados de octubre. Explica la AUGC que el movimiento de vacantes salió en marzo pero no se resolvió hasta el verano y el pasado 16 de septiembre los agentes que han cambiado de destino causaron baja, teniendo para incorporarse los nuevos hasta el 16 de octubre.

Queda pendiente el segundo movimiento del año, previsto para otoño, y no se suelen sacar todas las vacantes, lamenta la asociación profesional. Y aunque se sacasen, insisten, hay un problema de base y es que «la gente se va de Burgos». La AUGC apunta, a modo de ejemplo, que en este movimiento laboral se han ido de la provincia agentes que llevaban muchos años en Burgos, que ya habían echado raíces.

E, insiste la organización profesional, se van a provincias «en las que se vive más tranquilo y con menos presiones», dejando huecos que complican el día a día en los diferentes puestos de Seguridad Ciudadana. Un problema que se agrava con al derivación de efectivos para unidades de nueva creación o que se amplían, como ocurrirá cuando se ponga en marcha la unidad de ciberdelincuencia.

La AUGC explica que, en lugar de crear vacantes en el catálogo de la Comandancia de Burgos para cubrir nuevas necesidades, se utiliza personal de otras unidades. Ha ocurrido con la creación de la USECIC, el grupo Roca (de delitos en explotaciones agrarias y ganaderas) y ahora con la unidad de ciberdelincuencia. Calculan que, en total, suponen 26 agentes que se acabarán detrayendo de los puestos de la provincia.

«Se quedan las unidades territoriales inservibles», lamenta la organización profesional, que considera que, cada vez más, hay que plantear una reorganización de los servicios. O se amplía plantilla para dar cobertura a todo el trabajo que realiza la Guardia Civil (amplio y muy variado) o se cambia la organización para cubrir todas las unidades, pero prestando un servicio adecuado en el medio rural.

Y, sobre todo, que no implique pérdida de derechos para los agentes. La AUGC afirma que, para cubrir los puestos y sacar patrullas, se acaba tirando del concepto 'necesidades de servicio' y anulando permisos, días de asuntos propios o derechos laborales que afectan directamente a la conciliación. «No nos quejamos de que se creen unidades nuevas porque la sociedad avanza, pero con plantilla suficiente«.