Febrero fue un mes muy convulso para el Ayuntamiento de Burgos. El equipo de Gobierno tuvo que lidiar con el enfado de los vecinos de Fuentecillas, que se enteraron por los medios de comunicación de la intención de reubicar las barracas de los Sampedros en ... el Parque de los Ochos. Iba a ser un traslado provisional, de un par de años mientras se habilitaba un recinto ferial permanente en los antiguos terrenos de la CHL. Sin embargo, los vecinos la rechazaron de plano.
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La noticia saltó a finales de enero, cuando Vicente Marañón deslizó en BURGOSconecta que estaban estudiando Fuentecillas como ubicación de la feria de atracciones, extremo que confirmó a principios de febrero el alcalde, Daniel de la Rosa, a la Asociación de Vecinos de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas. Y, a partir de ahí, los vecinos afectados se organizaron, en tiempo récord, y empezaron las movilizaciones.
La primera protesta fue una reunión espontánea convocada en la zona cero. A ella siguieron encuentros para organizar la movilización, entrevistas con los grupos municipales, una protesta en el pleno ordinario y hasta una recogida de firmas en change.org. Aparecieron pancartas en ventanas, balcones y portales de Fuentecillas. También por las calles, en las vallas que protegen las parcelas semiconstruidas, los hoyos que llevan años esperando su desarrollo.
El equipo de Gobierno intentó explicar que el traslado era provisional, que habría medidas correctoras para minimizar el impacto… Sin embargo, los vecinos insistían en el rechazo, daban argumentos y, sobre todo, alternativas. Y tras un encuentro muy polémico con el alcalde, Daniel de la Rosa, que tuvo que salir escoltado del barrio, el Ayuntamiento aceptó estudiar otras ubicaciones.
Así fue como se decidió que las barracas irían a la calle Laredo, en el Polígono de Villalonquéjar, cerca de Villatoro. Los vecinos de Fuentencillas habían conseguido desactivar, en menos de un mes, el traslado. Además, la protesta vecinal forzó un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Universidad de Burgos para poder disponer de los antiguos terrenos de la CLH y, así, convencer a Villatoro de que el recinto ferial permanente está en marcha.
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En el segundo aniversario de la pandemia de la covid-19, BURGOSconecta accedía a la planta H7 del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), la planta que acogió los primeros contagios de coronavirus y que se ha convertido en el reducto de la covid-19. Reservada para enfermedades infecciosas, la H7 había estado cerrada hasta 2020. Se preparó ante la alerta del ébola, pero nunca llegó a ocuparse hasta que estalló la pandemia. Desde entonces, aunque el resto de las plantas del HUBU han ido escalando y desescalando, de ola en ola, la H7 nunca ha estado vacía. Y el objetivo es que, una vez superada la covid-19, se mantenga como una planta activa, para enfermedades infecciosas, especialmente respiratorias.
En el segundo aniversario, los profesionales sanitarios del HUBU han recordado el miedo, la incertidumbre, el estrés, la soledad y el cansancio que han sufrido desde marzo de 2020. También el compañerismo, los lazos que se han tejido en pandemia entre aquellos que han vivido una de las experiencias personales más duras, pero profesionalmente generosas. Han aprendido mucho, pero han sufrido también mucho.
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Ahora, la sanidad está ante el reto de proteger a su activo más valioso: los profesionales. Claman contra la precariedad laboral, el maltrato profesional y la desigualdad entre regiones. Exigen más medios, humanos y materiales, y más inversión en la sanidad pública. Ante la pandemia, la profesionalidad y la vocación han guiado a los sanitarios, pero avisan de que no pueden ser siempre héroes.
En febrero, Castilla y León vivió una convocatoria electoral extraordinaria, que en Burgos acabó con el PSOE como vencedor, aunque la victoria fuera agridulce. Con el candidato a la Presidencia de la Junta Luis Tudanca como cabeza de lista, los socialistas consiguieron conservar sus cinco procuradores en la provincia, que se convirtió en el bastión de la formación en la región. Sin embargo, perdieron 15.000 votos.
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Mientras, el Partido Popular conseguía recuperar posiciones y, tras el batacazo de 2019, alcanzaba el cuarto procurador. Recuperaba un representante y se quedaba a solo 3.000 votos del PSOE. Eso sí, el gran vencedor de los comicios fue Vox, que conseguía representación con dos procuradores, tras doblar el número de votantes de 2019. En el extremo contrario, Ciudadanos. Perdieron casi 20.000 votos en Burgos y se quedaron sin sus dos procuradores.
También perdió su escaño Podemos, que acabó con 3.000 votantes menos. Y la formación representativa de la España Vaciada, denominada Vía Burgalesa, conseguía 9.600 votos, un buen estreno en el que, incluso, superaron en votos a Cs.
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Los Titos, la Pasión Viviente de Covarrubias, la Ruta del Emperador de Carlos V y la Cabalgata de Torregalindo son las nuevas Fiestas de Interés Turístico Regional de Burgos. Se ha valorado la condición de tradición única, original y singular de Los Titos de San Antón, de Gamonal. También el montaje de la Pasión Viviente, con representaciones estáticas.
La Ruta del Emperador Carlos V de Medina de Pomar es la única que conmemora el paso del Emperador por tierras castellanas camino a su retiro en el Monasterio de Yuste. Y de la Cabalgata de Torregalindo, se destaca su evolución durante 36 años, con ampliación de personajes y escenas hasta conseguir la representación completa del Auto de los Reyes Magos.
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