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La escasez de lluvia ha vaciado el depósito de agua de otro pueblo burgalés, en este caso, de La Gallega. El pueblo, situado en la N-234 y con unos 44 vecinos empadronados, vio este martes 5 de septiembre cómo sus reservas de agua llegaban ... a niveles insuficientes. Por ello, el alcalde, Francisco Peñas, al ver que la cantidad de agua era insuficiente, solicitó a la Diputación de Burgos ayuda para solventar la situación.
La Diputación de Burgos cuenta con un servicio por el que, mediante el contrato con cinco empresas, se lleva agua hasta las localidades que lo precisan mediante camiones cisterna. Francisco Peñas solicitó uno de estos camiones el martes y el miércoles ya estaba allí con unos 17.000 litros de agua. «En principio, con esta cantidad parece que será suficiente, el depósito ya se ha llenado y con el agua que va saliendo del manantial parece que solventamos la situación», asegura el regidor.
En el pueblo se percataron de que las bombas del depósito no funcionaban porque el nivel del agua era muy bajo. Explica el alcalde que las molestias han sido mínimas. No ha hecho falta decretar cortes de agua, pero en algunas casas del pueblo sí salió con menos presión o estuvieron sin agua algunas horas. Pero la situación ya está normalizada. Se ha intentado solventar con la mayor celeridad.
Este servicio prestado por la Diputación se abona al 80 % por la institución provincial y el 20 % restante lo paga el pueblo. Este camión cisterna de 17.000 litros que llegó hasta La Gallega tiene un coste de 400 euros, el pueblo, por tanto, tendrá que abonar 80 euros.
El mes de agosto que acaba de finalizar ha dejado unas precipitaciones nulas. La estación meteorológica de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) más cercana a La Gallega es la de Palacios de la Sierra. A lo largo de todo el mes de agosto esta estación no ha registrado ni un día de precipitaciones. «No ha caído nada de agua en agosto, tampoco en julio. Con el agua del manantial no ha sido suficiente. Es una situación de anormalidad», reconoce el alcalde.
A lo largo del mes de julio solo dos pueblos de la provincia de Burgos precisaron agua a través de los camiones cisterna de la Diputación. Fueron Manzanedillo, en el Valle de Manzanedo, y a Grandival, en Condado de Treviño. En las dos localidades se suministró agua por averías en la red, no por escasez de agua.
En cambio, en el mes de agosto la situación ha cambiado. La sequía se ha acrecentado, los pueblos se llenan de gente en agosto y los depósitos de las localidades burgalesas han dicho basta, como ha ocurrido en La Gallega.
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