El edificio romano centrará la nueva campaña de excavaciones en Poza de la Sal

Un equipo de diez profesionales, entre arqueólogos y restauradores, estarán trabajando en la zona de La Vieja. Estarán dirigidos por la arqueóloga Esperanza Martín y contarán con la ayuda de los voluntarios de Poza, que ya fue clave en la campaña del pasado verano. Y es que entonces se conseguía descubrir una superficie de casi 200 metros cuadrados.

En esa campaña se descubrieron restos de una zona comercial, una calle, un peristilo y una vivienda particular, con cocina, pasillo de distribución y un gran atrio. En este último espacio se localizaron muestras de pintura mural figurativa, con más de diez tipos de colores. Y será aquí donde volverá a trabajar el equipo de Martín, para seguir recabando información sobre las ruinas.

El trabajo previo de georradar ya demostró que estamos ante un gran yacimiento, que podría ocupar 10 hectáreas. Existiría una ciudad romana con diferentes terrazas de ocupación, compuesta por edificios públicos y privados y estructurada en calles. De hecho, la carretera que pasa junto al terreno excavado está construida sobre la calzada romana principal, y divide en dos el yacimiento.

La mayoría de los restos se encuentran bajo tierra, incluso algunos habrían desparecido con el paso del tiempo y el trabajo del campo. Sin embargo, hay otros que son bien visibles a simple vista, como las termas. También se sabe que hubo una necrópolis, pero se vació cuando se contruyó la línea del ferrocarril Santander-Mediterráneo.

La campaña de excavacaciones se desarrollará hasta el 30 de septiembre y, como el año pasado, habrá visitas guiadas para todos aquellos que quieran conocer el proyecto, que cuenta con el apoyo económico del Ayuntamiento de Poza de la Sal y la Diputación de Burgos. Las visitas a la excavación son de 13:00 a 14:00 y al laboratorio, de 16:00 a 17:00.

El laboratorio está ubicado en el Centro de Interpretación de las Salinas. Allí se reciben los materiales recuperados en la excavación y se catalogan, haciendo una limpieza de la pieza, registrándola y fotografiándola a través de 3D. Hasta ahora se han encontrado restos que confirman la ocupación entre los siglos I y II, pero también otros más antiguos, de la Edad del Bronce, y en superficie del siglo IV.

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