Una docena de buitres negros dejan atrás su cautiverio en Huerta de Arriba

Los curiosos han ocupado sus puestos en el punto habilitado para observar este hecho y sobre las 10 horas ya habían visto salir a 12 de los 13 buitres negros que tienen que volar libres. Como ha informado Grefa, nada más abrirse las compuertas, han salido Carroñero, Corleone, Curiscao y Corelia, que volaron fuera del cercado. Coloma ha salido y se ha quedado frente a la jaula. Posteriormente ha salido Carolina, Carabela, Claudia, Canales, Costana, Cid y Centinela. A Caleruega le ha costado salir de la jaula, parecía no haberse enterado de que las puertas estaban abiertas.

Parece que algunos estaban deseando ser libres y, en cambio, otros se han impuesto a sí mismo el cautiverio. Zolorro, liberado en 2018, aprovechando que las compuertas estaban abiertas ha entrado a la jaula y ahí se le ha podido ver descansar junto a un buitre leonado.

Las puertas de la jaula, ubicada dentro de un vallado, permanecerán abiertas unos días para que los buitres puedan regresar si se sienten amenazados o así lo desean. De esta forma se facilita el asentamiento y arraigo en el terreno. Igualmente, este recinto de aclimatación sirve de reclamo para otros buitres, ya que en él también se les arroja comida.

Todos los ejemplares liberados habían sido marcados con emisores GPS/GSM, se les han desteñido las plumas y se les ha colocado una anilla en la pata. En total son 43 los buitres negros que han sido dotados con esta tecnología desde que se iniciasen las liberaciones de la especie en la Sierra de la Demanda en 2017. Esta acción se desarrolla por tercer año consecutivo dentro del Proyecto Monachus desde Huerta de Arriba.

El objetivo del proyecto es que el buitre negro se asiente en un lugar donde había formado una colonia y de donde fue echado por diversas acciones, estando entre una de las causas el ser humano. «A pesar su mala fama en ciertos sectores y sitios la realidad es que los buitres, por su dieta carroñera, son grandes aliados del medio rural, al actuar como agentes sanitarios en el campo, impidiendo la propagación de enfermedades»», recuerda Ernesto Álvarez, presidente de Grefa.

En esta zona de reintroducción permanecen cinco parejas de buitres negros. Algunas han sido divisadas, en cambio, otras como la formada por Arámol y otra ejemplar exógena no ha sido observada pero gracias al seguimiento telemétrico se sabe que Arámo frecuenta varias plataformas en el entorno de liberación.

Según el informe más reciente de Grefa, durante el mes de agosto se detectó la presencia de siete de los ejemplares liberados en la zona de estudio en 2017 y de diez de los ejemplares liberados en 2018. El número medio de observaciones de buitres negro por día controlado aumentó en agosto en tres individuos con respecto al mes de julio, pasando de 14 a 17 buitres negros. El promedio de buitres negros exógenos en la zona también ha aumentado. El máximo diario fue de 19 individuos exógenos el día 12 de agosto.

El Proyecto Monachus para la reintroducción del buitre negro en la Sierra de la Demanda es posible gracias a GREFA, con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica a través de la Fundación Biodiversidad, Red Eléctrica Española (REE) y EDP Renovables, junto con la colaboración de la Junta de Castilla y León, la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, el Ayuntamiento de Huerta de Arriba (Burgos), el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) y la Fundación Caja de Burgos-Obra Social «la Caixa».

El grupo de acción local AGALSA ha promovido la formación de los voluntarios participantes en la organización del IV Día Internacional de los Buitres en Huerta de Arriba (Burgos), en el que también destaca la participación del grupo naturalista Tagonius y la Asociación del Corzo Español. «No podemos tampoco dejar de mencionar al abnegado grupo de voluntarios que tanto han ayudado en los preparativos y el desarrollo de la jornada», recuerda Juste