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EUROPA PRESS
Burgos
Viernes, 30 de noviembre 2018, 14:27
Un dispositivo especial de seguridad vigilará el tránsito de vehículos por la autopista AP-1, entre Burgos y Armiñón, desde su liberalización esta medianoche, según ha avanzado la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones.
Barcones, quien ha mantenido en la capital burgalesa ... un encuentro con Cuerpos de Seguridad del Estado y técnicos para analizar la situación que se producirá desde el momento en el que se levanten las barreras, ha insistido en que se trata de un «día importante» para la sociedad burgalesa y un avance a la hora de lograr «más igualdad y equilibrio territorial».
La delegada del Gobierno ha explicado que el dispositivo especial de vigilancia estará compuesto por once patrullas de Tráfico la Guardia Civil, cuatro de la Policía Nacional y quince agentes de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil, que no restarán efectivos al operativo habitual que vigila la seguridad en la nacional N-1.
Virginia Barcones, delegada del gobierno
Los agentes que formarán parte de este dispositivo vigilarán si se producen retenciones e informarán a los usuarios de algunas medidas, como la de circular a 20 kilómetros por hora por los actuales peajes sin detenerse, una medida que se complementará con mensajes sobre la gratuidad de la circulación en diferentes soportes e idiomas.
Virginia Barcones ha explicado que las previsiones iniciales sopesan que unos 7.000 vehículos que hasta ahora circulaban cada día por la N-1, en el tramo comprendido entre Burgos y Pancorbo, pasarán a circular por la autovía, si bien ha precisado que se trata de una estimación, a falta de conocer la incidencia real de la medida.
En cualquier caso, ha explicado que la actual autopista AP-1 mantiene una intensidad de circulación de 20.000 vehículos diarios, de los que el 14% son camiones, mientras que la N-1 absorbe una circulación de 10.000 vehículos al día, de los que el 51 por ciento son pesados.
El tramo que discurre entre el peaje de Castañares, próximo a la capital burgalesa, y Rubena y Pancorbo mantiene, por su parte, un tráfico diario de 18.000 vehículos, de los que el quince por ciento son camiones, mientras que la variante de Miranda de Ebro, libre de peaje en la actualidad, soporta un tráfico de 23.500 vehículos al día, con un porcentaje del 23 por ciento de camiones.
En cuanto a la retirada de las infraestructuras de la autopista, la delegada del Gobierno ha explicado que ya se ha iniciado la tramitación pertinente y ha pronosticado que en aproximadamente medio año podrán retirarse todos estos elementos.
Barcones también ha querido descartar la posibilidad de que esta autovía se vea afectada por el decreto que deja la puerta abierta a un próximo cobro por circular por autopistas que reviertan al Estado, ya que la A-1 pasará a gestionarse por la Dirección General de Carreteras, si bien ha explicado que esa posibilidad, en el conjunto de la nación, formará parte de una «reflexión» sobre la futura financiación de las vías de alta capacidad.
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